Impresiones hands-on con Like a Dragon Gaiden: The Man Who Erased His Name

Reconozco que pasé mucho tiempo dentro del stand de Sega en la Gamescom, pero es que había muchos lanzamientos importantes para estos próximos meses que no podía dejar pasar la oportunidad de ser de los primeros en probar a los mandos. Y aunque Sonic Team y Atlus ya me habían puesto los dientes largos, todavía quedaba entrr en aquella sala y reencontrarme con un amigo al que hacía años que no veía: Kazuma Kiryu.

Hablando sin rodeos, la leyenda protagonista de la serie Yakuza regresa con mejores gráficos, un sistema mejorado (con ese estilo Agente del que ahora hablaré) y con más miradas serias, ceño fruncido y cara de "no me toques las narices que llevo un día de perros" que en sus siete entregas canónicas hasta la fecha. Sin embargo, en la demo que pude ver en Colonia también se me antojó un hombre cansado, agotado de una vida de lucha y al que los momentos de calma o felicidad apenas le duran un suspiro. Como ya sabemos por el final de Yakuza 6, Kiryu preparó el encubrimiento de su falsa muerte y se retiró de la Yakuza a cambio de convertirse en un agente durmiente del gobierno. Pero el destino del Dragón de Dojima parece ser una interminable lucha hasta el fin de los días, y en esta ocasión lo que iba a ser una misión de escolta rutinaria se convierte en una extorsión al ex-yakuza para proteger a los huérfanos del orfanato que ayudó a fundar.

Aunque lógicamente no vimos nada de historia en la demostración, no tengo la más mínima duda de que la narrativa estará a la altura de la serie, algo que el propio productor de esta entrega, Hiroyuki Sakamoto, me trasladó en la entrevista que tuve con él y que puedes ver a continuación.

De nuevo, en esta demo solo pude ver cómo Kiryu llegaba junto con una joven llamada Akame a ese paraíso de luces de neón con aspecto de Kamurocho con un enorme castillo al fondo conocido precisamente como "El Castillo". En realidad, todos esos edificios (con casinos, tiendas, boutiques, arcades y demás) se encuentran dentro de un gigantesco buque de carga donde se desarrolla esta sección, que es perfecta para mostrarnos la gran variedad de actividades secundarias y minijuegos que han introducido aquí. Pero antes de que pudiera siquiera acercarme a la puerta del primer casino listo para gastarme unos cuantos miles de yenes, un grupo de soldados rasos yakuza (claramente principiantes, porque no saben con quién se están metiendo) salen al paso buscando pelea. Y Yo encantado de poder probar por fin el estilo de lucha Agente.

El combate se basa en movimientos elegantes y en el uso de objetos del entorno y de una especie de gancho con el que atar a los enemigos y arrojarlos contra otros o contra el suelo. Los combos de siempre están también aquí, pero en este caso parece que Kiryu pelea más "limpio", como si estuviera conteniendo parte de su rabia y en su lugar ofreciera golpes más certeros. El control es maravilloso, y el personaje se mueve de adversario en adversario por la pantalla con una respuesta instantánea. Recordemos que Like a Dragon Gaiden es un juego de acción, y no un RPG por turnos, como sí lo es la vertiente Like a Dragon con Ichiban Kasuga.

El estilo Agente parece ser especialmente efectivo contra grupos grandes por el uso de cualquier objeto del entorno, ya sean carteles publicitarios, farolas o el citado gancho, del que es muy fácil abusar por su eficacia y rapidez. En apenas unos momentos hemos limpiado la escena, pero tenemos otra cita si queremos seguir peleando en el Coliseo, donde podremos personalizar nuestro grupo de personajes con algunas de las caras más conocidas de la serie Yakuza y enfrentarlas entre sí, añadiendo reglas especiales o recreando algunos momentos de la saga. Pero como el tiempo apremia, nos fuimos corriendo por El Castillo a investigar qué puede ofrecernos, y parece que si llevamos el dinero suficiente, esta localización puede ser un despilfarro de horas cuando salga el juego en noviembre.

El sistema de minijuegos nos llevó a una sala donde podíamos sentarnos en mesas y apostar nuestro dinero en partidas de cartas con barajas de Hanafuda. No estoy muy familiarizado con el Oicho-Kabu, pero definitivamente disfruté de lo lindo con el Koi-Koi. La interfaz para estos minijuegos es muy intuitiva e incluso si nunca antes has probado estos juegos, puedes aprender enseguida con sus exhaustivos tutoriales. Pero tranquilo, que si no te apetece aprender a jugar con las cartas tradicionales japonesas, también encontrarás diversión occidental en el póker o los dardos, y eso es solo lo que vi de pasada. Las fichas de premios se podían canjear por objetos y accesorios que potencian las estadísticas de Kiryu, así se seguramente merece la pena detenerse aquí unas cuantas horas a disfrutar.

Y como el tiempo se estaba agotando, no quería dejar pasar la oportunidad de ver una de las novedades más curiosas de Like a Dragon Gaiden: el Cabaret. Se trata de un edificio en el que accedes a un minijuego (¿una mini visual novel?) en la que vemos imágenes reales de chicas "acompañantes" típicas de los bares de ocio caros de Japón, serviciales, y que dan conversación y traen bebidas. A través de opciones de diálogo puedes pedirles que te hablen de su pasado, que hablen con cierto "tono" o que te cuenten sus cosas. No es que sea algo muy profundo, pero me pareció cuanto menos curioso este paso más allá en recrear las actividades de las que sin duda disfrutan los miembros de las familias "reales" en su país.

Lamentablemente, la demo terminó justo al abandonar el salón, con gracias a este vistazo yo ya puedo asegurar que Like a Dragon Gaiden será uno de mis juegos más esperados desde aquí a final de año: Una historia que promete, el combate más satisfactorio de toda la serie y docenas de minijuegos (estoy deseando ver la nueva playlist para el karaoke) con los que disfrutar sin parar. 9 de noviembre, llega ya, por favor.