Intenciones Ocultas

Becky Marney era una poli novata que consigue marcarse el arresto de su carrera, detener a "The Trapper", un infame asesino en serie que ponía explosivos a sus víctimas para, de paso, cargarse a cualquiera que acudiera a avisar o socorrerlas. Cinco años después, cuando se acerca la fecha de la ejecución por sentencia de muerte de aquel asesino, Marney ya es una detective hecha y derecha. Sin embargo, de repente, este Trapper dice que no lo hizo, que es inocente. Y eso que le habían pillado infraganti. Así empieza este drama detectivesco y oscuro que habla de abuso y corrupción, Hidden Agenda (Intenciones Ocultas en español).

En realidad, como si fuera una película, no necesitas más de hora y media para pasarte el nuevo trabajo de Supermassive Games (quizá algo más si llamas a los amigos y tomáis las decisiones juntos, en plan multijugador, como muchos hicisteis con Until Dawn). Por lo mismo, es ideal para una noche de viernes con los colegas, en lugar de ver una peli. Si se alargara más tiempo, alguno terminaría cansado o inquieto, y sinceramente tampoco le vendría nada bien al guión que lo estiraran innecesariamente, sobre todo porque está clarísimo que empezarás a descubrir el pastel a mitad de caso.

En ese sentido, se trata de una trama bastante estándar, como la que encontrarías en cualquier peli de detectives del montón. En otras palabras, podríamos decir que es un Heavy Rain un poco menos complejo que bebe de las historias oscuras del género, como la aclamada Seven de David Fincher o incluso la Speed original. Así, cubre tanto las flaquezas de las fuerzas de seguridad como un trasfondo muy siniestro que tiene que ver con el abuso y la violencia en un orfanato, que a su vez es la motivación para The Trapper. Aparte de llevar a Becky Marney, también jugarás como la fiscal Felicity Graves, y dependiendo de tus acciones colaborarán de una forma más o menos estrecha en el caso.

Intenciones Ocultas es un juego de la nueva gama casual PlayLink, pero no se queda en aquello de permitir a los jugadores tomar juntos las decisiones. Hace mucho, mucho más, y ese empeño añade enteros a su factor rejugabilidad, algo que no se suele ver en una historia de detectives conducida por el guión. En primer lugar, hay dos formas de jugar: el modo historia y el modo competitivo, y el segundo es una versión del juego basada en puntuaciones en la que un jugador recibe las "intenciones ocultas" que debe completar mientras los demás intentan descubrir y delatar al que lleva esta agenda encubierta. Así, lo que hace es quitar el foco a cómo queréis que se despliegue la trama y propone una especie de tira y afloja entre los participantes, por lo que recomendamos empezar por el modo historia para disfrutar en primera instancia de la narrativa en lugar de estar pendientes de los demás jugadores.

Pero es que el multijugador en el modo historia también aporta lo suyo. No es únicamente tomar las decisiones entre todos (el voto de la mayoría decide), pues también hay que hacer valoraciones grupales sobre quién es el más confiado, observador, tolerante al estrés y demás, y la persona elegida, como pasaba en ¡Has Sido Tú!, tomará entonces decisiones por su cuenta.

Y luego están las cartas de takeover (que se ganan encontrando las pistas el primero), que permiten imponer la decisión de uno a los demás. Lo cierto es que es una dinámica muy ingeniosa, y los votos, por muy democráticos que parezcan, siempre dan para unas buenas risas, puyas y algo de cháchara, sobre todo en grupos en los que la gente se conozca bastante bien (una vez más, como pasaba en ¡Has Sido Tú!). Hasta seis jugadores pueden participar usando sus teléfonos móviles, pero incluso solo dos usuarios jugando en multijugador aportan algo al modo historia (para el modo competitivo siempre necesitarás a más gente para disfrutarlo de verdad).

En cuanto a la app de PlayLink, aunque está bien hecha, hemos tenido algunos problemas con el tracking en Android, mientras que la versión de iPhone nos ha funcionado sin problemas. Dicho esto, algún compañero de Gamereactor nos ha hablado de cuelgues en el modo historia cuando tocaba votar en momentos clave del juego. Nos ha gustado sobre todo el cuaderno de notas, que se va actualizando constantemente sobre los distintos personajes, y que se mantiene en la app como una forma muy sencilla de no perder el hilo y de separar a los sospechosos, policías, víctimas y testigos muy ordenaditos.

Aparte de las elecciones de diálogos (aquí sólo hay dos), también tomarás decisiones rápidas para reaccionar ante eventos repentinos (llevando el cursor a un signo de exclamación en pantalla), y buscarás pistas en las escenas del crimen con un límite de tiempo. Es algo bastante básico, pero aun así requiere que estés enchufado. Si pierdes una pista en una escena te puedes quedar sin saber sobre una rama concreta del argumento, y si fallas en una exclamación podría significar incluso la muerte de un personaje. En algunos puntos también puedes elegir entre usar el arma o no, y tienes tiempo suficiente para sopesarlo. Un buen toque aquí es que todos los jugadores tienen que estar de acuerdo en unanimidad para apretar el gatillo.

El guión es bastante estereotípico o 'comercial', y no tenemos muy claro que eso sea necesario para que la experiencia sea más generalista; quizá podría haber sido más sutil en algunas partes. En otras palabras, es más CSI o Ley y Orden que True Detective, algo que tampoco es necesariamente malo teniendo en cuenta la naturaleza social de la experiencia.

Intenciones Ocultas pone en pantalla un estilo visual muy oscuro, recordando de nuevo a Se7en. Ciertos colores destacan sobre un fondo normalmente en penumbra, de grises y marrones. También es evidente todo el ADN que comparte con el juego más conocido de Supermassive, Until Dawn, lo que ahora nos hace desear una versión reducida de aquel éxito usando PlayLink. Es un claro salto respecto a la mayoría de aventuras dirigidas por la historia, pero al mismo tiempo los fallos se notan más. El agua sobre la piel de tu compañero Tom en las escenas de lluvia, por ejemplo, no queda nada bien, y lo mismo pasa con que cojan el teléfono a unos centímetros de la oreja (claramente por las limitaciones técnicas sobre cómo puede usar la mano el modelo del personaje) en otra escena.

El doblaje y el trabajo sonoro de Intenciones Ocultas funciona casi todo el rato, si bien un par de exclamaciones de los actores quedan fuera de lugar. Katie Cassidy (Arrow), que hace de Becky Marney en la versión original (y más recomendada), hace un gran trabajo a la hora de interpretar a una heroína en auge que ahora se encuentra intentando resolver un caso que ya había dado por cerrado tiempo atrás.

En conclusión, nos lo hemos pasado muy bien con Intenciones Ocultas y esperamos que Sony y Supermassive sigan montando juegos por el estilo en el futuro. Quizá podríamos pedir un relato algo más abierto con cierta variedad adicional para que fuera más entretenido si te lo pasas varias veces. El precio puede resultar algo abusivo para un juego de esta duración, pero la estructura ramificada (con un montón de finales posibles) invita sin duda a rejugarlo al menos un par de veces (nosotros no nos hemos sacado ni la mitad de los trofeos tras acabarlo dos veces). Además, es una propuesta divertida y genial para sacar cuando vienen los amigos para una noche de sofá, peli y palomitas y resulta que, como suele pasar, no sois capaces de encontrar una película que nadie haya visto y que apetezca a todos.