Crítica de Invencible - Temporada 3 completa (Prime Video)

Creía que, por muy buena que fuera la segunda temporada de Invencible, nunca alcanzó la altura de la primera, algo de lo que me hice eco en mis primeras impresiones sobre los primeros episodios de la tercera temporada, que parecían una vuelta a la forma de la serie de animación. Cinco semanas después, la tercera temporada ha concluido su andadura, y tras un mega final, tengo claro que Invencible vuelve a estar en lo más alto.

Antes de entrar en los motivos por los que la 3ª temporada ha resultado ser una tanda de televisión tan fuerte, permíteme compartir algunas reflexiones rápidas sobre el debate de la animación. A muchos les gusta señalar con el dedo a esta serie y decir que su estilo de animación es bastante apagado y básico, y aunque definitivamente hay argumentos de que a Invencible le falta un poco de carisma y vitalidad, el aspecto más minimalista le permite mantener una cadencia de lanzamiento de la que carecía después de la Temporada 1 y con la que otras series (como X-Men '97) simplemente no pueden competir. Por eso estoy completamente de acuerdo con la dirección artística de Invencible, incluso después de tres temporadas. ¿Agradecería algo más de estilo? Por supuesto que sí. Pero conseguir una nueva tanda de episodios, una continuación anual de la gran historia, es la parte más importante y atractiva para mí. Además, un aspecto más rudimentario es mucho menos costoso de animar, por lo que es cada vez menos probable que la serie tenga un rendimiento inferior y que Prime Video la cancele antes de que llegue a su conclusión final años y años después.

En fin, volvamos a lo importante. La tercera temporada de Invencible ha sido casi increíble en todo momento. Aparte de un ligero bajón a mitad de temporada, la mayoría de los episodios han sido pesados, emotivos, llenos de acción, desgarradores y despiadados. Personajes y rostros queridos mueren o son desmembrados de forma rutinaria, demostrando que nadie está a salvo, y los civiles anónimos son desgarrados con pura brutalidad a manos de los seres divinos superpoderosos que existen en esta versión de la Tierra. En ningún momento Invencible resulta predecible o aburrida, y sus partes más débiles suelen seguir siendo buena televisión en sus momentos más bajos, lo que demuestra el alto techo general que mantiene.

El argumento y la narrativa han tratado de pisar terreno realmente delicado también en esta temporada, viendo a Mark Grayson enfrentarse a los impactos de sus superbatallas y al tipo de efectos que tienen en la gente normal. Es incómodo de desentrañar y personajes como el Powerplex de Aaron Paul ayudan a demostrar que esta serie existe en un mundo en el que las líneas entre el bien y el mal son borrosas en el mejor de los casos. Además, desde el punto de vista narrativo, la 3ª temporada presenta mejores argumentos en torno a Omni-Man y Allen the Alien, con la pareja inmersa en un fantástico arco cósmico que capta tu atención en todo momento, mientras que Mark, de vuelta en la Tierra, muestra un sólido equilibrio entre la acción desafiante y el crecimiento emocional a través de su recién formada relación con Atom Eve, un personaje infinitamente más interesante de seguir en comparación con Amber.

El ritmo de esta tanda de episodios solo decae ligeramente en el quinto, que trata más de los sindicatos criminales que de la historia general, que por lo demás avanza a un ritmo rápido y gratificante, ofreciendo una escena memorable tras otra. De hecho, esta temporada tiene quizá los dos mejores episodios finales de temporada que Invencible haya ofrecido hasta ahora, con la asombrosa invasión de Invencibles seguida de la llegada del Conquest de Jeffrey Dean Morgan, un villano que la serie solo había igualado anteriormente con el Omni-Man de J.K. Simmons en la primera temporada. Hay verdadera brillantez en esta tanda de episodios, brillantez que te hará sentir tenso, inquieto e incluso conmocionado, sobre todo cuando parece que se ha perdido toda esperanza...

Si el objetivo de la 3ª temporada era que Invencible volviera a las alturas de la primera temporada, la única conclusión lógica es que lo ha conseguido y con creces. Esta tanda de episodios es una de las mejores series de animación que probablemente verás en todo el año y, francamente, ahora me enfrento de nuevo a la incómoda idea de tener que esperar unos 12 meses antes de ver cómo se desarrolla el siguiente capítulo de la serie.