Análisis de Ion Assault HD

Para alguien que creció en los salones recreativos jugando a los marcianitos, la industria de títulos descargables es revivir las tardes de juventud metiendo monedas de cinco duros en las maquinitas.

Ion Assault es coger un título moderno como Geometry Wars y juntarlo con Asteroids, mezclando cumplimiento de objetivos con una orgía visual de colores, luces y distorsiones. Dos modos de juego con mecánicas parecidas y objetivos completamente distintos. En el modo historia tendremos 30 niveles en los que conseguir la máxima puntuación posible en los que tendremos que librarnos de todos los meteoritos que pueblan el escenario mientras aparecen enemigos de todo tipo para detenernos. Para eso, tendremos que acumular energía iónica (partículas que forman el fondo del escenario) y dispararlas contra los enemigos. El control de la nave y la dirección del disparo son herederos directos del soberbio Geometry Wars, dependiendo directamente de los dos stiks (derecho movimiento e izquiero apuntar).

Lo divertido del asunto es que las partículas que arrojemos podrán rebotar en alguna pared o llenar una esquina de energía, pero ahí se quedarán. Como el número de iones es limitado, estaremos obligados a movernos por el escenario, buscándolos para poder recargar nuestro ataque y seguir acabando con los enemigos y los meteoritos. Esta mecánica resulta especialmente divertida en los escenarios con los gigantescos jefes finales de nivel o con los escenarios atiborrados de obstáculos. No sólo es terminar con los enemigos, sino maniobrar por el escenario. Además, de vez en cuando aparecen enemigos con powerups (temporales y permanentes) y conseguir un escudo o un "atrae-iones" puede convertirse en una prioridad en un momento dado.

Los enemigos dejan caer esferas de puntos que iremos sumando y, cuanto más tiempo seguido estemos cogiendo, más aumentará nuestro multiplicador de puntos. El objetivo principal es pasarse la historia sin que nos maten, cierto, pero cuando ya lo hayamos hecho el objetivo real es hacer que el marcado estalle de puntos. No es nada sencillo.

El segundo modo de juego es un Survival en el que nos plantan en medio de un escenario en el que poco a poco van a apareciendo más y más enemigos. El control es ligeramente diferente, ya que aquí no hace falta recopilar iones, sino que sencillamente apuntando ya estamos disparando. Partidas rápidas y frenéticas, en los que prima la capacidad de reacción y conseguir el mayor score posible antes de que nos aniquilen. Por supuesto que este modo de juego dura hasta que nos aburramos, y ahí reside la gracia.

En cualquier caso, da igual el modo de juego que escojamos, Ion Assault es una experiencia visual en toda regla. El efecto de partículas de los iones que recogemos y disparamos es sensacional y se mezcla con los diseños simples de los enemigos y la multitud de explosiones y luces derivados de destruir todo lo que se nos cruce por el camino. Es casi como ver un caleidoscopio de partículas que no para de cambiar de forma y colores. Es completamente impactante, y habría sido aún mejor si se hubiera buscando una forma de coordinarlo con la música o efectos sonoros, que es un apartado muy discretito.

Como punto negativo más evidente es el hecho de que no nos explican demasiado bien para qué sirven los powerups ni qué criterios son los que se sigue para que ciertos enemigos cuando nos toquen no nos maten, sino que mueran. Ni siquiera después de más de seis horas y haber leído el tutorial tres veces hemos sido capaces de distinguir esas reglas internas por las que se rige, lo que impide que explotemos al 100% todas sus posibilidades.

En cualquier caso, estamos ante un título que cumple con creces lo que se le pide. Partidas rápidas, intensas y muy adictivas.