Nadie pone en duda el talento de Intelligent Systems, por eso la primera entrega directamente portátil de Paper Mario prometía convertirse en uno de los juegos del año para 3DS. Sin embargo, su espectacular efecto 3D, la genial idea de las pegatinas y la buena adaptación a las partidas rápidas no fueron suficientes para hacer olvidar unos tramos aburridos, algunas soluciones ridículas y una experiencia en general desordenada.