No hay muchos juegos nuevos que haya esperado con tanto entusiasmo como la secuela oficial de King's Bounty. He acumulado cientos de horas de juego con el original, los spinoffs de la década de los 2000 y los de Heroes of Might & Magic. Ahora la secuela promete llevar la serie hacia una nueva dirección, y dimensión.
Para aquellas personas que no estén familiarizadas con King's Bounty, aquí va un breve resumen. La idea de la franquicia es combinar el rol con la estrategia por turnos. El jugador controla a un héroe elegido a través de un mundo de fantasía genérico y arrastra una legión de diferentes soldados y criaturas consigo. Siempre que hay una batalla, el héroe no entra en el campo de batalla, sino que deja que el ejército haga el trabajo sucio. Se pueden comprar más soldados y criaturas en las ciudades y pueblos del mundo.
Mientras que los títulos anteriores eran bidimensionales con vista aérea (aunque el motor del juego era 3D), King's Bounty 2 opta por la perspectiva en tercera persona. Por fortuna, los enfrentamientos siguen siendo de vista aérea por turnos. La exploración se realiza en tiempo real recolectando tesoros y misiones, a la vez que se entra en luchas. Si tan solo echases una ojeada rápida, uno podría llegar a confundir King's Bounty 2 con un juego de la serie Gothic.
El nuevo enfoque tiene sus altibajos. Por un lado, las ciudades y pueblos ahora son lugares animados con sus inquilinos en lugar de ser solo un mercado plano para soldados como antes. Pero por otro lado, el ritmo del juego ahora es más lento. Hay muchos diálogos y escenas de corte que detienen el juego de vez en cuando. Los diferentes tesoros que se encuentran en el mundo también son un poco aburridos. La mayor parte de las cosas que se encuentran en los cofres y barriles es basura inútil, que no sirve para otro propósito que el de venderse a comerciantes. El equipo, los hechizos y el dinero son bastante difíciles de encontrar.
Esta nueva visión trae consigo otros problemas. Si bien los gráficos de los anteriores juegos todavía son agradables a la vista, King's Bounty 2 es realmente feo en algunos aspectos y el motor del juego parece ser de un título de la era de Xbox 360 y no de un RPG moderno. También se puede notar que ha contado con un presupuesto de producción limitado, ya que la actuación de voz es francamente horrible. Además, la interfaz es más tosca que antes, a pesar de que haya algunos atajos de botones para facer que todo sea más ágil. Es necesario acostumbrarse un poco a todo esto, pero vale la pena.
Por suerte, es divertido a pesar de lo comentado. Como ya se ha mencionado, las batallas vuelven a recaer sobre los turnos y se desarrollan como en el primero. No ocurren al azar y se colocan en el mapa como en las anteriores entregas. Si un combate resulta difícil, siempre existe la opción de retirarse y prepararse. Las batallas en sí son excelentes. Todos los soldados tienen sus propias habilidades especiales, que pueden utilizar una o dos veces por enfrentamiento, dependiendo de cuantos turnos dure. Los hechizos y habilidades del héroe también se pueden utilizar una vez por turno.
En su mayor parte, las contiendas no presentan cambios con respecto a los anteriores juegos, lo cual es algo genial. Sin embargo, extrañamente, hay muchas menos batallas que antes y estas son un poco más difíciles. Retroceder es una opción recomendada incluso en las primeras horas de partida, ya que las hordas de monstruos pueden aplastar a un héroe desprevenido en un instante.
Los enfrentamientos también son su cualidad más dura: puedes terminar en un callejón sin salida. En caso de perder, el héroe sobrevive y tiene que reunir un nuevo escuadrón para luchar. Si se gasta todo el dinero y ya se habían completado todas las misiones, básicamente se acaba el juego. Por supuesto, puedes continuar desde un guardado anterior, pero, al igual que me ha pasado a mí, cabe la posibilidad de que tu escuadrón sea demasiado débil para cualquiera de las batallas y no quede dinero para fortalecer el ejército. Esto es un problema, puesto que las luchas suelen bloquear los caminos a explorar, así que la única opción es comenzar de nuevo. Esto no es tanto un problema, sino más bien una cualidad propia de la vieja escuela, por eso los nuevos jugadores deben quedar advertidos: King's Bounty 2 es un juego duro y no perdona al jugador en ningún momento.
Con todo, la cualidad más importante de la franquicia sigue intacta independientemente de los cambios. King's Bounty 2 es una aventura muy, muy adictiva en la que solo necesitas ir y mirar más allá de la próxima batalla o esquina, sin importar cuanto tiempo hayas jugado. Se siente como un juego de King's Bounty y es realmente sorprendente cuantos inconvenientes se pueden pasar por alto solo porque el juego sea muy divertido.
Por lo tanto, King's Bounty 2 resulta extraño. Es exactamente lo que se esperaba de él y, al mismo tiempo, lo que no. Está claro que la serie necesitaba un soplo de aire fresco y el producto final no es tan malo. Aun así, hay mucho que mejorar, pero creo que todavía hay mercado para aventuras de la vieja escuela como esta, despiadadas a la par que divertidas.