Quien no lo haya mirado con lupa y solo haya visto su anuncio y poco más (que es básicamente la comunicación que ha tenido) podría pensar que Kirby's Return to Dreamland Deluxe es otro de tantos ports de plataformas anteriores como Wii o Wii U que llegan a Nintendo Switch con gráficos HD y poco más para rellenar el calendario, pero nada más lejos de la realidad. Este enésimo lanzamiento DX es básicamente el original de Wii de 2011, sí (un juego que a su vez vivió su propio 'development hell' porque se presentó seis años atrás para Gamecube), pero el trabajo tanto de restauración como de material adicional realizado en esta ocasión lo convierten en un juego tan redondo como Kirby.
El título de plataformas original (Kirby's Adventure Wii o Kirby's Return to Dream Land) viene enterito redibujado con preciosos gráficos en HD y con un porrón de extras, desafíos y desbloqueables, pero es que también trae controles mejorados, un party game repleto de minijuegos subjuegos y una campaña inédita dedicada a un nuevo personaje jugable.
La experiencia principal es la básica de la serie 2D de Kirby en Dream Land, la auténtica nacida en Game Boy y antes de que la bola rosa se atreviera con diversas innovaciones (hilos, pinceles) o ya debutara en 3D el año pasado con el magnífico Kirby y la Tierra Olvidada. Es decir, un plataformas accesible, un personaje que puede saltar sin parar cual globo y la habilidad de copiar habilidades de los enemigos, quizá más divertida que nunca en esta ocasión. No me canso de usar el látigo, la roca o el agua, por no hablar de la nueva habilidad meca (de mecha, traje robótico), pero ya lo más espectacular son las Superhabilidades, versiones exageradas de los poderes de siempre que ocupan toda la pantalla destruyendo medio escenario (y tu propia tele) por el camino.
También como el original, toda la aventura se puede jugar en multijugador para cuatro personas, y es muy fácil entrar y salir de la partida en cualquier momento (drop in-drop out) incluso con un solo mando Joy-Con. La verdad es que se juega bastante bien a dobles o con más jugadores, mejor que La Tierra Olvidada (algo que suele pasar con los juegos 3D, como Super Mario 3D World). Dicho esto, si bien es divertido y cunde compartir la aventura (por ejemplo un padre y un hijo), no alcanza el nivel multiplayer de la serie New Super Mario Bros., y siempre habrá momentos de: "¡tienes que esperarme!" El caso es que el jugador 1 es siempre Kirby y es el que manda, así que marcará el scroll y se acabará la partida cuando muera. Los demás, que pueden ser otro Kirby, Meta Knight, el Rey Dedede y el Waddle Dee con pañuelo y lanza, se complementan muy bien y en el caso de un segundo Kirby ambos usuarios pueden copiar habilidades, pero la partida siempre se nota un poco descompensada.
Así, de uno a cuatro jugadores van superando niveles de plataformeo clásico en los que los secretos no están demasiado escondidos y sirven para desbloquear unos desafíos mucho más complicados. Hay varios niveles bastante largos y un puñado que destacan (por ejemplo los acuáticos y volcánicos son muy apañados) pero, volviendo a las comparaciones, este juego queda un peldaño por debajo de las últimas aventuras de Yoshi o Donkey Kong. Y si hay algo que flaquea especialmente es el diseño de los jefes, tanto intermedios como de rango más alto. Son repetitivos y se quedan sin ideas hasta llegar a cierto enfrentamiento que intenta compensar a la desesperada.
Aparte de los niveles de desafío (hay muchos más retos de los que podemos mencionar), el progreso va desbloqueando hasta diez subjuegos en Maglolandia Fantasía, casi como un Mario Party. Partiendo de los dos minijuegos del original, es otra gran novedad, ya que estas pruebas para cuatro son realmente divertidas, dignas del rey de los party games. Y si queréis aún más desbloqueables, hay una barbaridad de máscaras para personalizar los personajes jugables en cualquiera de los modos, otro gran toque en esta versión definitiva.
Pero si hubiera que valorar solo el trabajo de restauración, también habría que alabarlo. La mención a Metroid Prime Remastered no es casual: aquí hay mucho trabajo gráfico y muy bueno, no un simple reescalado. Hablamos de geometría y elementos añadidos, colores más ricos, nuevos efectos y mucha mejor calidad de imagen y suavidad. Además, los controles son mejores, responden de maravilla y facilitan acciones como correr, esquivar o absorber, al contar con más botones y prescindir del meneo del Wiimote.
¿Más cosas? Pues sí. Si la aventura principal te resulta algo corta (es verdad que como no te detengas con los secretos se hace en un suspiro) y los desafíos y subjuegos no son lo tuyo, el gran extra de esta edición es el Epílogo de Maglor, que hace jugable el personaje al que, como veis, están dando todo el protagonismo. Lo curioso de este modo es que Maglor se controla algo distinto a los otros cuatro héroes y que le han incorporado un sistema de progresión mediante habilidades con mejoras, con un puntito RPG. Sin duda, un añadido bienvenido.
En resumen, seguro que muchos que vengáis del superventas sorpresa del año pasado que fue Kirby y la Tierra Olvidada disfrutaréis mucho de este retorno de lujo a Dream Land. Es genial compartirlo con los pequeños o con los novatos en videojuegos, aupándolos a las plataformas o dándoles un poquito de vida cuando te comes un perrito caliente. Las habilidades son divertidas, el contenido es cuantioso y los gráficos, como veis, parecen de un juego nuevo. Y cuando te canses de saltar, siempre puedes echar un party game con una máscara graciosísima.
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