La ministra sueca de Finanzas, Elisabeth Svantesson, está planteando serias dudas sobre el verdadero estado de la economía rusa, sugiriendo que los informes oficiales minimizan significativamente la gravedad de la inflación. Durante un reciente panel en el Foro Económico Mundial de Davos, Svantesson señaló que las imágenes por satélite de Moscú en 2023 aparecen notablemente más oscuras que en 2021, lo que indica un acusado declive de la actividad económica.
Este oscurecimiento de la capital rusa, visible en las fotos nocturnas, sugiere que el país puede estar afrontando dificultades económicas aún peores de las que ha reconocido el presidente Vladimir Putin. Svantesson también criticó la tasa de inflación oficial de Rusia, del 9,5%, señalando que contradice los elevados tipos de interés del banco central del país y la importante salida de capitales. Con los precios por las nubes, los rusos de a pie están sufriendo las consecuencias, ya que los productos básicos son cada vez más inasequibles y las dificultades económicas se extienden por todo el país.
A medida que las sanciones siguen pasando factura, la verdadera imagen económica de Rusia sigue sin estar clara, y Svantesson afirma que la descripción que hace el Kremlin de una economía resistente es probablemente una fachada diseñada para engañar tanto a Ucrania como a sus aliados. ¿Podrían ser estas imágenes por satélite la señal más clara de que la economía rusa tiene problemas más graves de lo que se ha hecho creer?