La fibra de carbono está en vías de desaparición para BMW, que se inclina por los compuestos de fibra natural.

La fibra de carbono es uno de los materiales más populares en el automovilismo moderno y en la fabricación de coches, ya que es un material ligero y resistente, ideal para los fabricantes que buscan mejorar el rendimiento sin sacrificar la seguridad. Sin embargo, la fibra de carbono es cara y difícil de fabricar, y está claro que BMW ve en ella un punto en el que puede mejorar, hasta el punto de que lleva tiempo explorando la tecnología de compuestos de fibra natural.

A BMW le ha ido bastante bien y ahora quiere seguir apostando por este nuevo material. Así lo confirma un comunicado de prensa en el que BMW explica que empezará a utilizar la fibra natural en más actividades de automovilismo y también en las estructuras del techo de sus coches.

El material ha sido fabricado por la empresa tecnológica suiza BComp, y otra razón por la que a BMW parece gustarle tanto es que reduce su huella de C02e en torno a un 40% en comparación con el uso de fibra de carbono.

Aunque el futuro parece estar muy centrado en las fibras naturales, BMW también señala que se acerca la "prueba definitiva de rendimiento", ya que el material se utilizará en su BMW M4 GT4 durante la carrera de 24 horas alrededor de Nürburgring.