Las cosas se pusieron emotivas cuando la esposa de James Cameron tuvo la oportunidad de ver la tercera película de Avatar, que la hizo llorar desconsoladamente durante horas. Según una entrevista concedida a Empire, el propio director declaró que su mujer vio la película entera el 22 de diciembre y que intentó serenarse tras la proyección, sin mucho éxito.
Por último, afirman que James Cameron dijo:
"Cariño, tengo que irme a la cama. Lo siento, ya hablaremos otro día"
El aspecto emocional es algo que Cameron ha subrayado que ocupará más espacio en la tercera película, aunque también desempeñó un papel importante en las dos anteriores. Justo el mes pasado, dijo en otra entrevista que las reacciones iniciales sugieren que la película es sin duda la más emotiva y quizá la mejor de las tres.
Habrá que ver si esto es cierto cuando Avatar: Fire and Ash se estrene en los cines el 19 de diciembre.