L.A. Noire, la colaboración entre Team Bondi y Rockstar Games, está casi a punto. Uno de los juegos más esperados de 2011 pudo conocerse de cerca la semana pasada cuando Rockstar abrió sus puertas en Londres, hora de descubrir si la larga espera terminará con un nuevo clásico de la compañía.
L.A. Noire transcurre a finales de la década de los 40 en Los Ángeles. Cole Phelps vuelve a casa después de la Segunda Guerra Mundial y acepta un puesto en el departamento de la policía local. La demo no hacía referencia a las experiencias de Phelps durante la guerra, pero diría que irán asomando durante el juego. Con el tiempo, el ambicioso Phelps avanza en su carrera (reflejándose en el curso del juego mediante los rangos de investigación que va alcanzando y liderando).
La estructura del juego es bien diferente a lo que esperamos habitualmente de un juego de Rockstar. Aunque esta L.A. es grande y abierta, y existe la posibilidad de generar algo de caos inspirado en GTA, Noire no es el típico juego sandbox. Es una experiencia muy llevada por la trama, lo que significa que el desarrollo es directo como una flecha.
Pero no esperes que esa flecha dibuje una línea recta. Considerando el marco temporal de la trama y el predominio de las familias del crimen durante la época, imaginamos una historia con el típico toque cinematográfico de Rockstar, con todo tipo de giros y personajes en ambos lados de la ley con su propia visión de cada situación.
La historia se divide en casos, por lo que se progresa resolviéndolos. Hay un buen puñado de casos para investigar, con temáticas como el tráfico, el homicidio o un incendio provocado, llevando a una gran variedad entre el arranque del juego y su final, dependiendo de qué casos hayas decidido afrontar, cada uno con su propio tiempo de resolución. Si te la cargas en alguno, siempre puedes repetirlo.
El ritmo del juego es más a fuego lento de lo que te imaginas, pero está ajustado perfectamente para lo que es el procedimiento policial. Por ejemplo, tener que investigar la escena del crimen para conseguir pistas y poder avanzar. En estos casos existe cierta reminiscencia a las aventuras point and click de antaño, pues revisas la zona de forma meticulosa en busca de pistas. Empeñados en que los jugadores no den demasiadas vueltas y se entretengan de más o atasquen, Bondi ha incluido un par de pistas sensoriales: la música crece cuando te acercas a un punto de interés, mientras que el mando vibra ligeramente.
Una vez obtenidas las pistas, puedes continuar por la ciudad y seguirlas en el orden que quieras. Los coches de Noire hacen de los taxis de GTA y las diligencias de Red Dead, y te permiten dejar la conducción al compañero controlado por la I.A., pero de esa forma podrías perder pistas por el camino.
Y no sería una historia policiaca sin una ración de interrogatorios. Una vez más, aquí hay menos de peleas a base de aporrear botones y más de minijuegos ingeniosos. Puedes decidir creer, dudar o acusar a tu sospechoso de mentir. Si escoges la tercera opción, deberás aportar pruebas para apoyar tu argumento.
Por esta razón es muy importante investigar completamente la escena del crimen y hacerse una teoría sólida respecto a los acontecimientos, basada en los hechos que recopiles. Habrá pistas en el lenguaje corporal del sospechoso, o en las expresiones faciales, así que estudiarlas y adelantarse a las respuestas también es crucial.
Una vez más, sólo puedes hacer esto gracias al avance tecnológico que significa el MotionScan, empleado para recrear el movimiento facial de los actores en pantalla. Todo está grabado con tal detalle que queda un resultado maravilloso, casi abrumador. Así vale la pena estudiar las facciones de la gente, y además si vas resolviendo los casos acumularás puntos de experiencia.
Los controles siempre han dado la lata en los juegos de Rockstar inclinados hacia el movimiento realista, y lo mismo se puede aplicar a L.A. Noire. Controlar a Cole Phelps es algo sorprendentemente rígido y lento. Sin embargo, teniendo en cuenta que la jugabilidad es tranquila y está conducida por la historia, los controles no supusieron un problema durante mi tiempo de juego con la demo.
¿Visualmente? Bueno, ¿qué esperas de un juego de R*? Todo se ve de maravilla, y unido al paisaje sonoro, la ciudad parecía aún más viva que otras que he visitado del portfolio de la compañía. No hay canales de radio en L.A. Noire, pero sí una banda sonora original.
L.A. Noire es muy diferente a lo que solemos esperar de un juego de la compañía. La mayor lentitud en comparación con el frenesí de otros juegos es algo que le favorece, dándole un toque de distinción que permite saborear más y que podría interesar a los fans de las aventuras, o a aquellos que busquen algo diferente en unos tiempos en los que todos quieren jugar shooters a toda leche.
L.A. Noire tiene lo que hay que tener para convertirse en algo novedoso y distinto. El 20 de mayo veremos si todo encaja en una experiencia sin fisuras.
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