A veces alguien hace algo que es espectacular. InWin siempre se ha caracterizado por ser uno de los fabricantes de carcasas realmente diferentes del mercado, con un departamento real de I+D, que hace verdaderos diseños de cosecha propia, en lugar de limitarse a poner su propia marca en carcasas genéricas de acero estampado que se venden en las tiendas por 50 euros.
Dicho esto, puede que Inwin se haya pasado un poco con su última innovación, ya que aunque esta carcasa Computex es interesante, su precio de 6.776 euros la hace un poco menos atractiva para los que tenemos menos de tres Bentleys y dos Lamborghinis.
The Signature Chassis (técnicamente 11th gen) hace uso de una única pieza de cristal curvado 180 grados sobre la que puede girar el chasis de aluminio, mostrando tu hardware hasta el extremo. Aunque parece un poco exagerado, a menos que lleves algo como la GPU profesional Nvidia A100, que cuesta aproximadamente el doble del precio de la carcasa para una configuración de 80 GB.
El precio se dispara debido a un tiempo de fabricación muy largo (12 horas), y a unos índices de fallo muy elevados debidos a que el cristal simplemente es quebradizo, ya que tiene que doblarse en múltiples direcciones, a la vez que tiene 6 mm de grosor y soporta efectos de iluminación en sus bordes. Utilizar aluminio cepillado anodizado tampoco abarata precisamente el precio.
Recuerda traer a tu mayordomo cuando recojas este dispositivo, ya que la carcasa pesa 47 kg sola, y 100 kg en su caja de transporte.