La repentina adopción por Alemania del gasto militar a gran escala ha electrizado a los inversores, disparando las acciones europeas de defensa, mientras el probable próximo gobierno del país sopesa una revisión fiscal histórica (vía Reuters).
La perspectiva de un fondo de un billón de euros para defensa e infraestructuras, que al parecer están debatiendo los conservadores y los socialdemócratas, ha impulsado las acciones de empresas como Thyssenkrupp, Rheinmetall y BAE Systems a ganancias de dos dígitos.
Aunque ninguno de los partidos ha confirmado los detalles, altos funcionarios subrayan la urgencia de la inversión, sobre todo cuando Estados Unidos da señales de retirarse de su papel de garante de la seguridad de Europa.
Con los obstáculos legales que se avecinan y un parlamento escéptico al que convencer, el camino para desbloquear esta ganancia financiera es cualquier cosa menos seguro. Por ahora, queda por ver si Alemania puede sortear las complejidades políticas y jurídicas de sus ambiciosos planes de defensa.