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Desde luego, no es una película perfecta de Spider-Man, esto y los tics e "ismos" de Garfield fueron demasiado lejos en la denostada secuela, pero tampoco se puede ignorar el hecho de que Andrew interpretó al arácnido héroe de barrio vestido de rojo de Marvel mejor que Toby y Holland. Hay una vulnerabilidad tonta y perdida en la interpretación de Garfield que se alinea mejor con el personaje de Parker en los cómics, y cuando crea contrastes haciendo que el alter ego de Spiderman sea más arrogante que los otros que interpretaron el papel, me resulta fácil concluir que nunca estuvo en las mejores películas de Spiderman, pero que indudablemente se marcó la mejor interpretación de El Hombre Araña.
Esta película realmente me abrió los ojos ante Garfield, ya que su fragilidad y su presencia aquí construyen un retrato de la humanidad que es relativamente raro en la pantalla. Es un papel extremadamente pesado el que interpreta en la cinta. Llena de oscuridad, Boy A es una película que deja al espectador conmocionado y afectado.
Por supuesto, Jessie Eisenberg es el mejor de todos los actores de este maravilloso thriller dramático, pero eso no cambia el hecho de que Garfield esté brillante como el cofundador de Facebook Eduardo Saverin. Andrew interpreta a Saverin de un modo que sirve de contrapunto perfecto a la personalidad neurótica y socialmente discapacitada de Zuckerberg. Retrata a un personaje simpático, ambicioso pero humano, ingenioso e impulsivo pero racional e inteligente, que actúa como ancla moral en una historia ahogada en ambigüedades éticas. Las escenas del interrogatorio que tiene lugar después de que Saverin demande a Zuckerberg son puro oro cinematográfico.
La interpretación de Garfield del activista Robin Cavendish, enfermo de polio, en esta película profundamente infravalorada es quizá la prueba (y el ejemplo) más sincera y reveladora de su amplia gama, increíble presencia y vulnerabilidad palpablemente conmovedora que le convierten en el fenomenal actor que es. Se trata de una película muy bien hecha que, por desgracia, pasó completamente desapercibida, lo que, por supuesto, debe considerarse tanto más trágico cuanto que Garfield hace un papel digno de un Oscar como Cavendish, a las claras.
MEJOR ACTUACIÓN DE GARFIELD:
"¡También sabe cantar!" Gritó el mundo del cine en el momento en que quedó claro que el descaradamente versátil Garfield era ahora también una gran estrella musical de pies a cabeza. La interpretación que hace Andrew del gigante de Broadway Jonathan Larson está empapada de su genio patentado para mezclar la alegría con la tristeza y la vulnerabilidad con la fuerza de un modo que da a sus personajes profundidad y matices. Es un papel autoconsciente el que interpreta en la cinta, donde la incertidumbre de su audaz elección de carrera se entremezcla con su convicción, y ni por un solo segundo durante este musical, que también es un deleite para la vista, parece que Andrew Garfield sea otra persona que Jonathan Larson.
