Las cinco mejores interpretaciones de Bruce Willis
Puede que últimamente tuviera papeles menores, pero es importante recordar el talento interpretativo de Willis cuando estaba en activo.
HQ
Con su característico carisma e intensidad, Bruce Willis ha conseguido convertirse en una de las apuestas más seguras de Hollywood y en una estrella fija en muchas superproducciones repletas de acción. Pero con una carrera que abarca cuatro décadas, el rudo tipo duro también ha tenido la oportunidad de mostrar su lado más dramático y cómico, sobre todo en la serie de televisión Luz de Luna o en destacadas películas como Pulp Fiction o El Sexto Sentido. Papeles en los que su habilidad para equilibrar su lado macho con la vulnerabilidad salió realmente a relucir.
Ya no volveremos a verle nunca más en pantalla (a menos que la inteligencia artificial tenga algo que decir ahí), pero Bruce Willis permanecerá para siempre en nuestra memoria y nuestros corazones por su trabajo en el cine y la televisión, y estos son los mejores ejemplos que nos vienen a la mente ahora mismo.
5. Looper (2012)
Como la versión más vieja de Joe, Willis ofrece una interpretación intensa y llena de matices emocionales, que capta a la perfección el complejo carácter del asesino que viaja en el tiempo. La desesperación de un hombre que, contra todo pronóstico, lucha contra su yo más joven con una determinación singular. La dinámica entre el propio Willis y su homólogo interpretado por Joseph Gordon-Levitt también es exquisita, creando un retrato cautivador lleno de dilemas morales en el que la habilidad de Willis para transmitir tanto brutalidad como humanidad hace que sea un papel que nunca olvidaremos.
Publicidad:
4. La muerte os sienta tan bien (1993)
En la comedia negra de Robert Zemeckis, Bruce Willis demuestra su talento cómico y su versatilidad como el médico loco Ernest Menville. Desgarbado, abatido y confuso, brilla aquí por su habilidad para mezclar el slapstick tradicional con un lado manipulador ligeramente desagradable que crea un contraste increíble con Meryl Streep y Goldie Hawn. A través de expresiones sutiles y un ritmo cómico increíblemente hábil, Willis aporta una tragedia casi simpática al papel, una dimensión adicional más allá de lo que estamos acostumbrados a verle y algo que se desvía enormemente de su imagen, por lo demás típica, de héroe de acción.
3. Chacal (1997)
En el que posiblemente sea su papel más intenso, Bruce Willis, el héroe a menudo justiciero, ofrece aquí algo muy diferente al dejar que su lado más celoso y sardónico le envuelva por completo como el alegremente malvado y despiadado Chacal. La actuación de Willis alcanza aquí su punto álgido, con una intensidad e imprevisibilidad sin parangón que encarnan al complejo y terrorífico antagonista. Un retrato increíble que muestra una vez más la flexibilidad y capacidad de Willis para cambiar de disfraz y personalidad sin esfuerzo. Singularmente memorable y emocionante.
2. El protegido (2000)
Con Inquebrantable, Bruce Willis encontró algo totalmente nuevo dentro de sí mismo a través de su increíblemente sutil y matizada interpretación de David Dunn, el hombre aparentemente corriente que descubre que posee poderes sobrenaturales. Willis capta la lucha interior de Dunn y su incapacidad para encontrar un camino claro hacia delante, mezclando la culpa con la incredulidad en algo tan oscuro como meditativo. Una actuación discreta y absolutamente deslumbrante, tan conmovedora como memorable, salpicada por el dinamismo y el toque brillante de Willis.
Publicidad:
MEJOR INTERPRETACIÓN DE WILLIS:
1. Doce Monos (1995)
Su carrera de cuatro décadas nos ha dado muchos papeles increíbles, pero nada supera la incomparablemente conmovedora interpretación de Willis como Cole, un viajero en el tiempo que intenta evitar el brote de una enfermedad mortal. Es un retrato caracterizado por la desesperación, la confusión y la vulnerabilidad emocional, en el que Willis también es capaz de transmitir la enorme tensión psicológica a la que está sometido Cole. El retrato es el de un hombre que lucha por mantener el control de la realidad, transmitiendo una fuerza y una fragilidad que confieren al personaje una credibilidad asombrosa. Willis es absolutamente inolvidable en el papel.