El año 2024 ha sido algo extravagante para las interpretaciones en videojuegos. No hemos recibido ningún título destacado que se centrase en la narrativa y que buscase arrasar en las ceremonias de premios, como lo hicieron God of War: Ragnarok o The Last of Us: Parte II. En cambio, muchos de los principales candidatos de este año se han enfocado más en la dinámica de juego que en ofrecer una experiencia cinematográfica. Ciertamente, títulos como Astro Bot, Metaphor: ReFantazio y Black Myth: Wukong se sienten limitados únicamente al ámbito de los videojuegos y no intentan ir más allá. Sin embargo, aunque este año se haya centrado más en la dinámica que en las interpretaciones, eso no quiere decir que no haya habido algunas actuaciones excepcionales dentro de los juegos.
Mark Strong dejó el listón muy alto después de interpretar a Titus en la primera entrega de Space Marine, pero Clive Standen estuvo más que a la altura en la secuela de este año. Es difícil interpretar a un Space Marine, ya que es casi imposible profundizar de verdad en las emociones de personajes humanos corrientes. Cualquier interpretación podría tacharse rígida o insípida, pero Standen logró traer a la vida a Titus, sin sobreexagerar su interpretación. Pasa desapercibido, pero no le falta emoción, y da la sensación de que detrás de todo ese deber y honor, aún quedan muchas facetas de Titus por ver.
Honestamente, me encanta el actor de voz de Messmer, Jack Barton, porque creo que ofrece una de las interpretaciones como semidiós más cautivadoras del proyecto, pero nada podría superar el monólogo de Igon. La primera vez que escuchamos "¡MALDITO SEAS, BAYLE!" retumbando en la arena mientras nos enfrentamos al temido dragón, sentimos que podríamos enfrentarnos a cientos de Bayles más, siempre que tengamos a Igon a nuestro lado. Se ha convertido un poco en meme, pero Lintern dio todo de sí en el estudio de grabación para dar vida a Igon, el trágico PNJ que ha asegurado su sitio en la historia de Soulsborne.
No sé vosotros, pero yo soy el tipo de persona que disfruta jugando a muchos juegos en su idioma original la mayor parte del tiempo. Normalmente no me importa si no lo entiendo del todo y no tengo ningún problema con leer los subtítulos, y creo que esto permite obtener la más pura interpretación del juego, especialmente en un caso como el de Like a Dragon: Infinite Wealth. Kazuhiro Nakaya hizo un trabajo increíble al dar vida a Ichiban Kasuga, en lo que podría ser su aventura más extravagante y larga por el momento.
Como protagonista de una aventura completamente nueva de Star Wars y del primer juego de mundo abierto ambientado en el universo de esta serie, Humberly González tenía mucha presión encima al unirse a esta franquicia, pero hizo maravillas en su interpretación de Kay Vess. Dejando de lado las opiniones sobre el sistema de juego, González demostró ser más que capaz de crear un personaje único a la vez que interesante en un universo que realmente lo necesitaba.
Es difícil no ver la actuación de Melina Juergens de Senua como algo que va más allá de lo que podíamos esperar de las interpretaciones en videojuegos. Rompiendo totalmente con la idea de que lo único que se necesita para actuar en un videojuego es sentarse en una cabina y leer líneas, Juergens se ha fusionado con su personaje de una forma que pocos consiguen hecer. Sin Juergens, no habría Senua, al menos no de la manera en que la conocemos, por lo que merece todo el reconocimiento que está recibiendo, incluso el guiño que le hizo Harrison Ford, aunque pronunciara mal su nombre.