Análisis de Layers of Fear: Legacy para Nintendo Switch

En tan solo un año, Nintendo Switch se ha ganado una buena reputación, sobre todo en lo que a catálogo independiente se refiere. Más de 200 juegos de este tipo pueblan ya la eShop, y algunos incluso las tiendas con pequeñas tiradas en formato físico. El éxito de algunos destacados está atrayendo a los estudios a esta plataforma. "¿Y a qué tanto mérito si son viejos?", replican en los foros. Principalmente por lo rápido que están llegando y lo bien que se ajusta en muchos casos su jugabilidad al formato portátil, dentro o fuera de casa.

Bloober Team es uno de esos estudios que se ha trabajado la adaptación. Layers of Fear: Legacy no es un port directo del juego de PC, PS4 y Xbox One a la consola de Nintendo, sino que es una adaptación más completa, ya que incluye la gran expansión Inheritance, y además ha recibido pequeños retoques para aprovechar su hardware que bien merece la pena mencionar. Por ejemplo, el uso de la vibración de alta definición, o de un sistema de control por movimiento un tanto extraño, e incluso los menús táctiles. No es que cambien el juego o marquen diferencias con respecto a los demás, ya que al final lo más cómodo es jugar con un mando Pro, pero ahí está el esfuerzo.

La calidad está en el juego base y eso sigue presente, pero además encaja muy bien con el formato portátil. Su capacidad de absorción puede provocar que estés jugando durante un vuelo con unos buenos cascos puestos, pierdas un poco la noción de la ubicación y acabes pegando un gritito que escucha más de uno. No es un cuento, es lo que nos pasó realmente. Cuando entrevistamos hace unas semanas a Rafal Basaj, su productor, nos dijo que una de las motivaciones era hacerlo portátil, y que molaría mucho jugarlo en sitios reales tétricos en plena noche, como una casa abandonada o un sótano húmedo. Nosotros no los hemos hecho, pero os lanzamos el guante y esperamos que nos lo contéis.

El problema está en la situación opuesta. La pantalla de Nintendo Switch es de calidad media y la potencia de su brillo no da para contrarrestar situaciones de iluminación directa, así que sus niveles en la oscuridad son injugables en según qué situaciones. Incluso en casa hay ocasiones en las que ves tu reflejo en la pantalla.

La otra gran diferencia con la versión original, ya mencionada, es la inclusión de la expansión Inheritance en el pack. Legacy ha llegado a la eshop más barato que comprar los otros dos por separado en sus respectivas tiendas digitales. Tener el combo ayuda a salir de la partida con una idea mucho más completa de la trama. Sin entrar en terrenos del destripe, os contamos que el juego inicial trata sobre un artista que deambula por su casa poniendo en duda su cordura mientras recuerda el pasado, mientras que la expansión repite el proceso una vez que han sucedido los hechos del primero, cuando su hija viene a visitarlo. Son unos temas de los que ya os hablamos, y en positivo, en nuestro análisis inicial de Layers of Fear.

En aquel texto os hablamos de los problemas de fluidez de imagen que sufrió el juego en su momento, y Bloober Team no ha parado de trabajar en todas las versiones para evitarlo, aunque la de PS4, que fue la que jugamos entonces, ni siquiera hoy en día corre bien. La versión de Nintendo Switch ha heredado este defecto en cierto modo. Aquí no hay unas caídas de fotogramas por segundo graves ni incómodas, pero el estándar no es bueno y sigue fluctuando con demasiada frecuencia.

Por tanto, al final lo que tenemos es que Layers of Fear: Legacy se convierte, como era de esperar, en la mejor versión de todas. Son 19,99 euros los que cuesta este combo de juego más expansión, que ahora se puede jugar como sobremesa y también como portátil. Ahí queda el reto de hacerlo en lugares que dan miedo de por sí, una idea genial para quienes se atrevan con ella.