¿Qué justifica un remake? Algunos dirían que unos gráficos completamente rediseñados es una razón perfectamente legítima para volver a lanzar un título. Supongo que estamos en ese punto, por la cantidad de juegos antiguos que reaparecen constantemente con un acabado más bonito. Sin embargo, Like a Dragon: Ishin, por supuesto también reeditado visualmente, tiene otra razón por la cual yo diría que es perfecto para un remake. El original salió a la venta en 2014 solo en Japón, por lo que a menos que sepas japonés y lo hayas importado, este título no estaba al alcance del resto de personas. Diría que el creciente interés de Occidente por los juegos Like a Dragon y Yakuza y sus spin-offs significa que el resto del mundo tiene ahora la oportunidad de probarlo.
En otras palabras, es hora de conocer el Japón de 1860 y convertirse en samurái. A diferencia de las otras partes más actuales de la serie, esta nos traslada a los últimos años del periodo Edo. Una época caótica, sin duda.
El protagonista, Sakamoto Ryōma, vuelve a casa tras pasar un año fuera perfeccionando sus habilidades con la espada. Una vez en casa, todo sucede a un ritmo vertiginoso y, tras una serie de acontecimientos, Ryōma huye de su pueblo. Acaba en la que entonces era la capital japonesa Kyo (más tarde conocida como Kioto). A partir de ahí sigue una historia bastante clásica en la que la venganza es el motor. Al principio no te parecerá algo alucinante, de hecho los primeros capítulos del juego son bastante inquietantes. Pero, al igual que con muchas otras historias, la trama se va complicando.
Conforme pasan las horas, empiezo a ver más allá de sus carencias y encuentro varias cosas buenas. Lo que vivimos en el juego tiene su por qué, y una vez que empiezas a echarle horas, te atrapará y querrás ver adónde conduce todo. Hay un montón de nombres y caras con los que quedarse, pero lo más importante es el personaje fugado, un hombre obligado a vivir bajo un alias que trata de vengarse, por lo que le obligó a abandonar su pueblo. El juego nos ofrece una historia de venganza que requiere un poco de trabajo de detectives.
Ahora, examinaremos las carencias que he mencionado antes. Porque aunque este remake suponga una gran mejora en comparación con el original de hace casi una década, sigue pareciendo bastante anticuado. Los personajes son rígidos y las animaciones hacen que parezcan muñecos de cera que no paran de moverse. Incluso el escenario parece más un telón de fondo plano que un lugar con vida. Por ejemplo, si pensamos en Ghost of Tsushima, que a pesar de ser una época diferente, es la comparación más cercana (excepto por el resto de juegos de la serie, claro) todavía parece que los efectos visuales no alcanzan las expectativas de la actualidad. Sobre todo cuando el mundo de los videojuegos pone el listón tan alto. Los pequeños detalles, como árboles y vegetación inmóvil, callejones vacíos con mucha falta de detalle y una especie de rigidez, no dan precisamente una buena impresión visual técnica.
Sin embargo, cuando cae la noche en Kyo, el escenario cambia ligeramente gracias a las luces, que aportan una atmósfera más acogedora. Aunque la comparación con otros títulos más modernos de la serie, repletos de luces de neón y pintura que dan vida a las calles, puede ser injusta, es en lo que pienso todo el rato al jugar. Hay muchas zonas y detalles que se han descuidado, como si hubieran volcado todo su empeño en unos pocos lugares y hubieran olvidado el resto del juego. Adentrarme en la calle principal de Kyo también me da esa misma sensación. De vez en cuando podemos encontrar algunos detalles vívidos, pero la impresión general no es ni de lejos la que me gustaría.
Para redondear mi insatisfacción, hay que añadir que las cinemáticas están cuidadas y se ha hecho un buen trabajo de cámara. Los personajes de repente parecen cobrar vida en estas secuencias. También hay puntos que tienen un poco más de brillo, y al comparar con el original queda claro que sigue siendo un gran cambio en algunos puntos. Sin embargo, no se acerca a lo que esperaríamos de un juego de 2023.
El énfasis en la acción y el combate es fluido y bastante gratificante en general. Las tácticas y la importancia de defenderse y cambiar de estilo de juego están bien equilibradas. Hay cuatro opciones distintas. Puedes luchar con los puños, con la katana, con un arma de fuego o con una pistola y una espada, un estilo llamado "danza salvaje". Para mí, lo mejor es luchar solamente con la espada. Normalmente, te enfrentas a un grupo de cuatro o cinco enemigos o te topas con retos más difíciles de uno contra uno que requieren más nivel. Los combos y las habilidades se desbloquean a medida que avanzas. Todo lo bueno de un RPG lo tienes aquí en forma de objetos y de mejoras de equipo.
También está repleto de misiones secundarias y minijuegos, muchos de ellos planteados de una forma cómica, con música de acción y una presentación un poco disparatada. El que consiste en ayudar a servir la comida tiene un ritmo frenético en el que tienes que recordar las combinaciones de botones correctas. Cuenta con un montón de juegos de dados e incluso un póquer occidental para relajarse. Si eres de los que les gusta ir despacio y saborear todo lo que ofrece el juego paralelamente a la historia principal, aquí tienes muchas horas de juego por echar. Aparecen muchas misiones secundarias a medida que te abres camino por las calles y callejones. Me gusta la naturalidad con la que los personajes te ofrecen las misiones secundarias, la mayoría de veces giras una esquina y se reproduce una breve secuencia en la que se presenta el problema del personaje en cuestión. Resulta mucho más dinámico cuando parece que todo ocurre aleatoriamente, aunque también puedas notar rigidez, al menos los encuentros con los distintos personajes son entretenidos.
Merodeando por las calles puedes encontrarte con pequeñas bandas y otras bandas con muchas ganas de meterse en problemas. Podemos notar una pizca de comedia en la presentación de las oleadas de matones que empiezan a atacarte. A pesar de la masacre y la sangre brotando a borbotones, curiosamente luego todos están bien, piden perdón y huyen con el rabo entre las piernas. Supongo que quieren evitar que las calles se conviertan en cementerios. Sin embargo, seguro que no decepcionará a los que esperen mucha acción por la gran cantidad de peleas que ofrece el juego.
En la interacción con la multitud de personajes es cuando parece que destaca el juego. Todos tienen personalidades características y se basan ligeramente en figuras históricas reales. Además, comparten aspecto y tienen los mismos actores de doblaje de voz que otros personajes de la serie. Por ejemplo, el personaje principal guarda un enorme parecido con Kazuma Kiryu, protagonista de los principales juegos de Yakuza. Muchos nombres pasan volando, y para los que quieran profundizar en la historia japonesa, incluso durante las conversaciones puedes obtener más información sobre lugares y acontecimientos y leer un poco más sobre ellos.
La historia se desarrolla en capítulos y, tras unas horas de introducción larga y aburrida, empieza lo bueno. No hay muchos cambios en cuanto a la jugabilidad, pero gran parte de ello consiste en familiarizarse con todo lo que ofrece la aventura. También es más divertido meterse en muchas peleas después de desbloquear algunas habilidades. Como ya he mencionado, se derrama mucha sangre al atravesar los cuerpos con las espadas, sobre todo al utilizar las habilidades especiales, y el cambio entre estilos de lucha se realiza fácilmente mediante el joystick digital. Puedes esquivar, bloquear y conseguir combos más largos en las peleas con un poco de práctica. Por desgracia, estos movimientos, como muchos otros, resultan un poco lentos y no son tan suaves o limpios como te esperas.
A pesar de todas mis críticas, este juego tiene muchas cosas aceptables, incluso casi buenas. Está lleno de contenido, los fans de la serie también deberían probar esta entrega sin duda. Si te has sumergido en la serie Like a Dragon, es muy probable que sea un imprescindible en tu biblioteca de juegos. En lo que a mí respecta, me habría gustado que estuviera menos anticuado y fuera menos rígido. Ahora hay muchos pequeños detalles en los que preocuparse. Por ejemplo, la pantalla se queda en negro durante un segundo cuando cambias de zona o entras en un edificio. Estas también son cosas que justifican mi propia experiencia global, en la cual detalles negativos muy pequeños interrumpen mi ritmo.
Un título que va a viajar al futuro, por supuesto, debe ser capaz de cumplir con los estándares que tenemos hoy en día y, por esta regla, hay muchas cosas en este juego que podrían haberse trabajado más. Te pasas mucho tiempo corriendo de un lado para otro en un lugar bastante aburrido, las peleas intensas y el ritmo se rompen con las largas secuencias de diálogo fuera de lugar que dan bastante pereza. Sobre todo, le habría venido bien algo más de vida y movimiento que tan solo unos personajes que parecen estar congelados en el sitio. Sin embargo, la parte positiva es que cuenta con una historia que disfrutarás hasta el final y que está llena de contenido en forma de misiones secundarias, entre otros.
Me hubiera gustado que muchas cosas se hubieran introducido antes en la narrativa, aunque también es bueno que la emoción de la aventura crezca conforme pasan las horas de juego. Pero en general, está muy poco refinada y afilada, algo que, para un samurái y su fiel espada, supone un gran problema.