Little Big Planet ha perdido la creatividad que lo caracterizaba, eso o es que nos estamos haciendo mayores. Irónicamente, la historia del título trata justamente de esta falta de creatividad. No nos malinterpretéis, sigue siendo muy divertido, pero da la impresión de que gastaron toda la creatividad en Little Big Planet 2 y que no quedó nada para la tercera parte.
El mundo imaginario de Bunkum se ha quedado sin innovación, por lo que Sackboy y sus colegas tendrán que devolver la felicidad a este universo. El título está dividido en fases y, al completarlas, se te van uniendo los compañeros de Sackboy. También hay nuevos artefactos con los que juguetear, como el Pumpinator (ya descubriréis lo que es) o una linterna que revela secretos. Además, podéis elegir dejar la misión principal a un lado y entreteneros con las aventuras secundarias, aunque, la verdad, no son muy necesarias.
En cuanto a los personajes, Sackboy sigue siendo el mismo de siempre, con sus saltitos y sus múltiples disfraces, pero, esta vez, también puedes jugar con algunos de sus varipointos amigos. Por ejemplo, está el ágil y rápido Oddsock, el cambiante Toggle y el volador Swoop. Cada uno de ellos es divertido a su manera y los niveles introductorios te dan una idea de sus habilidades especiales. Los niveles de Oddsock, por ejemplo, son los más rápidos y los más parecidos al género de plataformas, mientras que en los niveles de Toggle la clave está en encontrar caminos alternativos cambiando de tamaño. Por otro lado, quedan los niveles de Swoop, en los que puedes alcanzar zonas que no podías con los demás, además de que puede llevar a sus compañeros (excepto a Toggle).
El diseño de los niveles no es tan bueno como en los títulos anteriores: es cierto que se puede cambiar el enfoque con las diferentes habilidades de los personajes, pero el juego sigue dando la impresión de poca imaginación. Los niveles de los dos primeros juegos estaban hechos con elementos simples colocados de formas ingeniosas, pero, en Little Big Planet 3, no vemos nada así. En vez de eso, los niveles tienen elementos bastante inconexos y muy incoherentes, además de que hay un montón de objetos para coleccionar en todas partes. Por otro lado, lo que sí tenemos que concederles que es que hay un montón de cosillas con las que crear nuestros propios niveles.
Así, la serie siempre ha sufrido el problema de la percepción profunda de los niveles y, en esta ocasión, se nota mucho más: en este título, a veces es complicado entender los diferentes niveles junto con los variados entornos.
De la misma manera que no consideramos que los gráficos sean lo más relevante en esta clase de juegos, lo cierto es que a LBP3 no le vendría nada mal un poquito de calidad y gancho adicionales en la presentación. Nosotros solo pudimos probar la versión para PS4, pero a juzgar por los vídeos, el juego es casi calcado al de PS3. De hecho, muchos niveles echan en falta aquella colorida jugabilidad de sus antecesores y, en cambio, parecen bastante oscuros por culpa de la nueva paleta de colores.
Por otra parte, el juego está doblado con voces reales, aunque este aspecto no es estrictamente positivo. De hecho, algunos personajes son muy sosos y se enrollan como persianas durante muchísimo tiempo acerca de cosas que no tienen mucha importancia o que ni si quiera son divertidas. Eso sí, la voz de Stephen Fry como narrador en la versión original sigue siendo una decisión inmejorable.
Desde el punto de vista técnico, la versión que probamos tenía algunos fallos: los tiempos de carga eran demasiado largos; en ocasiones las animaciones estaban por todas partes; y los modelos de los personajes tenían algún que otro error. Afortunadamente, no eran bugs que fastidiasen la experiencia así que no hay mayor problema. Así mismo, no pudimos probar el multijugador, por lo que no os podemos decir nada todavía.
Puede que este análisis parezca más negativo de lo que refleja la nota que ponemos a Little Big Planet 3, pero se debe sencillamente a que teníamos muchas esperanzas y expectativas puestas en este título. No obstante, parece que el cambio del equipo de desarrollo ha tenido un impacto mayor de lo que pensábamos: el juego ha pasado de utilizar sus fortalezas para encandilarnos, a meter todo en una caja, agitarlo y esperar que lo que salga funcione. Sigue siendo muy divertido si lo compartís con vuestros amigos y la comunidad, pero, para nosotros, no es el entretenido espectáculo creativo de nueva generación que esperábamos.