Little Friends: Dogs and Cats - impresiones

Primero fue el Tamagochi, un pequeño aparato ovalado que nos pedía alimentar y cuidar de una criaturilla pixelada. ¿Cuántas veces la vimos morir y resucitar a lo largo de los años? Por no hablar del cargo de conciencia que nos acompañaba en la niñez (y más allá) cuando no había manera de que nuestro amigo digital sobreviviera.

Después le llegó el turno a Nintendogs, un título que se estrenó arrasando junto a Nintendo DS donde se prescindía del factor 'muerte', dando lugar a un adorable juego de cachorritos, mucho más relajado y auténtico, donde los jugadores podían centrarse en los aspectos más alegres de ser dueños de un perrito o gatito, como darles de comer, jugar con ellos, cepillarlos y demás.

Ahora, este género, que parecía muerto y enterrado, se dispone a encontrar el camino de vuelta a través del nuevo simulador de mascotas Little Friends: Dogs and Cats, desarrollado por el estudio japonés Imagineer en exclusiva para Nintendo Switch. Tras su llegada a Japón a finales de 2018, este nuevo título dedicado a nuestros amigos de cuatro patas llegará también a nuestro territorio el 28 de mayo. Hace poco tuvimos ocasión de probarlo en un sitio muy especial, el Crazy Cat Café de Milán, donde puedes tomarte un café o un té rodeado de una monísima manada de felinos con ganas de mimitos.

Al igual que sus predecesores, Little Friends: Dogs and Cats nos pide cuidar de nuestras mascotas (perros y gatos). Cuando lo probamos, lo hicimos en compañía de dos perretes y un gato, con los que descubrimos las diversas mecánicas que caracterizan a este nuevo título. Al principio, tan solo contamos con seis razas de perro y tres de gato, pero, en el caso de estos últimos, podremos elegir más razas cuando avance la partida y nos hayamos familiarizado con los perros. Al fin y al cabo, los gatos nos exigen más.

Podremos poner un nombre a nuestra mascota y personalizar su apariencia. Todo un vestuario resultón que abarca desde tutús de ballet hasta divertidos auriculares para que podamos dotar a nuestra mascota de estilo propio. Todo esto a través de una tienda (donde, aparte de complementos, también encontraremos comida y casetas, entre otros) en la que emplearemos la divisa del juego: una especie de billetes que iremos acumulando al cumplir con lo que nuestra mascota necesite y cuando participemos en los concursos de habilidad.

Como si de un cachorrito de verdad se tratara, tendremos que velar por las necesidades vitales de nuestro can o felino. Limpiar su zona de aseo, cepillar su precioso pelo hasta verlo brillar, darle su comida favorita... es lo más básico a la hora de mantener a nuestra mascota feliz, como bien nos hacen saber los indicadores que veremos en pantalla, que reflejan en todo momento los niveles de necesidad del animalito y su estado de ánimo. Si, además de estrechar vínculos, queremos que lleve una vida plena y feliz, deberemos jugar con la pelota o dedicarle unos minutos de carantoñas (con un gran nivel de interacción gracias al uso de los Joy-Con).

Aparte de las actividades típicas, que tienen lugar dentro del hogar, también hay varias en el exterior con las que podremos pasarlo bien con el animal, como jugar con la pelota y el frisbee, dar un paseo por el jardín e incluso, como decíamos antes, participar en competiciones y torneos. Son estos últimos los que destacan en diversión en forma de emocionantes minijuegos, ya que para participar y coronar la clasificación deberemos entrenar a nuestra mascota a conciencia y haber creado un gran vínculo de confianza. En otras palabras, es algo que debemos afrontar solo cuando el animal esté listo para dar el gran salto.

Little Friends: Dogs and Cats trata de llenar el vacío dejado por la saga Nintendogs durante varios años, aludiendo al público más juvenil o casual que busca pasar un rato divertido. El nuevo simulador de mascotas del estudio Imagineer es un producto sencillo y humilde, pero que cumple con lo que promete y nos ofrece una experiencia agradable en Nintendo Switch en compañía de nuestros adorables amigos. A ver quién es el valiente que no cae rendido a sus patas.