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Lo mejor del cine sueco

Gamereactor te invita a explorar el cine sueco. Descubre el estilo de Bergman o déjate atrapar por la emoción de los thrillers suecos modernos... ¡y mucho más!

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Mi primer encuentro con el cine sueco fue a través de Ingmar Bergman y El séptimo sello, que vi hace muchos años en una versión doblada al español cuando se emitió en televisión. Desde entonces, la he visto cuatro veces, la última siendo hace unos días para escribir las palabras que estás leyendo. Es una película que significa mucho para mí: no sólo la considero una obra maestra, sino que también me sirvió de puerta de entrada al cine sueco, impulsándome a explorar más de sus películas.

Con esto en mente, en este artículo me gustaría adentrarme en el cine de este país, un universo cinematográfico que ha desafiado las convenciones y cautivado al público de todo el mundo. Desde las profundas y filosóficas obras de Ingmar Bergman hasta los audaces thrillers contemporáneos, el cine sueco destaca por su capacidad para abordar temas universales con un enfoque único y emocional. Además, el talento sueco ha dejado una huella significativa en el cine internacional, con actores como Max von Sydow y la familia Skarsgård, así como actrices como Ingrid Bergman, Alicia Vikander y Noomi Rapace, que han llevado la esencia del cine sueco a nuevas alturas. Así que, sin más preámbulos, aquí están las que consideramos como las cinco mejores películas del cine sueco.

5. Un hombre llamado Ove (2015)


No pude evitar compararla con Gran Torino cuando la vi por primera vez. Ove, interpretado por Rolf Lassgård, es un viudo de 59 años que, tras perder su trabajo y sentir que ha perdido su propósito, intenta quitarse la vida. Sin embargo, los intentos de sus vecinos de implicarse en su vida le interrumpen constantemente. Mientras que Gran Torino se centra más en temas de racismo y redención a través de la amistad intergeneracional, Un hombre llamado Ove aborda la soledad y la conexión humana en un contexto más cotidiano. Y mientras Walt Kowalski se aferraba a su Gran Torino del 72 y a una escopeta para sembrar el caos, Ove prefiere su Saab sueco y un poco de artesanía. Aunque no es revolucionaria en su narrativa, esta conmovedora mezcla sueca de drama y comedia nos muestra que incluso los corazones más hastiados pueden encontrar redención a través de la amistad y la comunidad.

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4. Searching for Sugar Man (2012)


Puede que a algunos les sorprenda esta elección, pero los documentales pueden ser tan cautivadores y emotivos como las películas de ficción. Aunque esta película no está ambientada en Suecia, he querido incluirla porque forma parte del cine sueco: está producida en Suecia y dirigida por el cineasta sueco Malik Bendjelloul. En este documental, seguimos el extraordinario viaje de dos fans sudafricanos en su búsqueda de Sixto Rodríguez, un músico que, sin saberlo, se convirtió en un icono en su país. Por el camino, exploramos temas de cultura, identidad y resistencia, demostrando cómo la música puede transformar vidas y conectar a personas de todo el mundo. La historia nos recuerda que a veces el éxito aparece de las formas más inesperadas, poniendo de relieve el poder universal de la música. Con su sincera narración y la exploración de la perseverancia y la conexión humana, esta película demuestra que la realidad puede ser tan intrigante y poderosa como cualquier relato de ficción.

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3. Fanny y Alexander (1982)


En mi tercera elección, tengo Fanny y Alexander. ¡Podría hablar de las películas de Bergman durante horas! He incluido dos de sus obras en este artículo, pero he elegido ésta por su accesibilidad. A diferencia de muchas de sus películas más complejas y filosóficas, Fanny y Alexander mezcla maravillosamente la magia de la infancia con elementos de fantasía, lo que facilita que los espectadores conecten con la película. La forma en que profundiza en la dinámica familiar y los traumas personales resulta íntima y cercana, y la impresionante fotografía y el telón de fondo teatral hacen que cada escena sea una delicia visual. Si te gustan películas como El laberinto del fauno o El tambor de hojalata, probablemente apreciarás cómo Fanny y Alexander mezcla elementos de fantasía con profundos temas emocionales. En definitiva, esta película sirve como una fantástica madriguera de conejo hacia el mundo cinematográfico de Bergman, lo que la convierte en una elección perfecta.

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2. La chica del dragón tatuado (2009)


Adoro a David Fincher. Es uno de mis directores favoritos y ha creado algunas de las mejores obras del cine contemporáneo. No quiero entrar en comparaciones en este artículo, pero debo decir que la adaptación de Niels Arden Oplev de la novela de Stieg Larsson mantiene el tipo, lo cual es todo un logro teniendo en cuenta que se enfrenta a un gigante del cine. La película nos presenta a Lisbeth Salander, magistralmente interpretada por Noomi Rapace, una brillante hacker que investiga una desaparición que la lleva a descubrir oscuros secretos en el seno de una poderosa familia. Aunque la interpretación de Rapace es electrizante, la dirección de Oplev capta la atmósfera oscura y opresiva de la historia, sumergiéndonos en el misterio de la desaparición de Harriet Vanger con una narración intensa y atractiva. La fotografía es cruda pero eficaz, y resalta la tensión y el drama que se desarrollan a medida que Blomkvist y Salander desentrañan los secretos de la familia Vanger. En definitiva, la película de Oplev es una poderosa experiencia cinematográfica que merece ser apreciada por sus propios méritos, demostrando que no existe una fórmula única para contar una gran historia.

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1. El séptimo sello (1957)


¿Demasiado obvio? Tal vez, pero El séptimo sello de Ingmar Bergman merece sin duda su lugar en lo alto de esta lista. La trama sigue al caballero Antonius Block, quien, al regresar de las Cruzadas, reta a la Muerte a una partida de ajedrez. Esta historia aparentemente sencilla se transforma en una profunda meditación sobre la fe, la desesperación y la búsqueda de sentido en un mundo marcado por la incertidumbre. Para mí, lo que realmente eleva esta película a la categoría de obra maestra es su uso del blanco y negro, que no sólo crea una atmósfera densa y opresiva, sino que también acentúa las luchas internas de los personajes. Sinceramente, me atrevería a situar El séptimo sello entre las cinco mejores películas en blanco y negro de la historia del cine. Cada vez que vuelvo a ver esta película, descubro nuevos matices que enriquecen mi comprensión de su mensaje, reafirmando su condición de experiencia cinematográfica esencial que trasciende el tiempo y que todo el mundo, independientemente de su edad, debería ver al menos una vez en la vida. Así que si aún no lo has hecho, ya sabes lo que tienes que hacer... no querrás encontrarte jugando una partida de ajedrez con la Muerte sólo por poder verla.

Lo mejor del cine sueco

¡Y eso es todo por hoy! El cine sueco es un rico tapiz de creatividad y reflexión. Cada una de estas películas ofrece una perspectiva única sobre la sociedad y la psicología humana, invitándonos a explorar sus profundidades emocionales. Con tal variedad de voces y estilos, siempre hay algo nuevo que descubrir en el cine sueco.

¿Y cuáles son tus películas favoritas? ¿Te inclinas por el estilo poético de Bergman, o prefieres la adrenalina de los thrillers modernos? ¡Estamos deseando conocer tus elecciones en los comentarios!



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