Un nuevo estudio, basado en datos del telescopio espacial James Webb (JWST), ha desvelado un extraordinario misterio cósmico: los agujeros negros supermasivos de las primeras galaxias parecen ser hasta mil veces mayores de lo previsto. Estos agujeros negros, hallados en galaxias tan sólo 1.500 millones de años después del Big Bang, tienen masas de hasta el 10% de la masa estelar de las galaxias, mucho mayores que el 0,01% habitual. Este sorprendente descubrimiento, que forma parte del estudio All the Little Things (ALT) y de la cartografía en 3D de galaxias lejanas realizada por el equipo, podría ayudar a explicar cómo crecieron tan rápidamente estos enormes agujeros negros, un proceso que antes se creía que llevaba más de mil millones de años. Aunque este estudio desafía las teorías existentes sobre el crecimiento de los agujeros negros, ofrece nuevas y apasionantes posibilidades para comprender el universo primitivo. Según Jorryt Matthee, jefe del equipo del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria, los hallazgos son prometedores y pueden conducir a revelaciones revolucionarias sobre la formación de los agujeros negros.
¿Podrían estos descubrimientos cambiar nuestra forma de entender el crecimiento de los agujeros negros en el universo primitivo?