Ayer informamos de la extraña noticia de que el estudio de animación stop-motion Aardman se enfrentaba a una "plastidemia", una "plastitástrofe" si se quiere, ya que se estaba quedando sin la plastilina de fórmula especial que utiliza para realizar sus proyectos. Sin embargo, retomando la noticia, Aardman ha emitido ahora un comunicado en el que expresa que toda la situación se ha exagerado enormemente y que todo irá bien en el futuro.
En concreto, Aardman afirma: "Disponemos de grandes reservas de plastilina para las producciones actuales y futuras y, al igual que Wallace en su taller, hemos estado trabajando entre bastidores durante bastante tiempo con planes para garantizar una transición fluida a nuevas reservas para seguir realizando nuestras producciones icónicas".
Todos tranquilos, entonces. Ahora todos podremos respirar un poco y disfrutar de Chicken Run: Amanecer de los nuggets cuando llegue a Netflix el mes que viene.