La Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) ha emitido un comunicado en su único post de Instagram, quejándose de la estricta política anti-saludos de la FIA, después de que pilotos como Max Verstappen y Charles Leclerc fueran multados por decir palabrotas en ruedas de prensa.
Los pilotos no están de acuerdo con la FIA, y los 20 pilotos de F1 respaldan la declaración de la GPDA, que dice que "hay una diferencia entre decir palabrotas para insultar a otros y otras palabrotas más casuales, como las que podrías utilizar para describir el mal tiempo o incluso un objeto inanimado como un coche de F1, o una situación de conducción".
Verstappen fue castigado a "realizar algún trabajo de interés público" tras jurar refiriéndose a su coche Red Bull. Leclerc fue multado con 10.000 euros (8.319 libras) en circunstancias similares, al hablar de un momento en el que casi perdió el control del coche en el Gran Premio de Sao Paulo, aunque puede reducirse a la mitad si promete no volver a decir palabrotas en los próximos 12 meses.
Los pilotos piensan que esta política es ridícula, y también la GPDA, que considera que "las multas monetarias a los pilotos no son apropiadas para nuestro deporte", que da una imagen negativa al deporte, e incluso muestra su preocupación por cómo se asignan las multas económicas de la FIA.
"Además, nuestros miembros son adultos, no necesitan que se les den instrucciones a través de los medios de comunicación sobre asuntos tan triviales como el uso de joyas y calzoncillos", añaden, al tiempo que "instan al Presidente de la FIA a que también tenga en cuenta su propio tono y lenguaje al hablar con nuestros pilotos miembros".
La GPDA quizá se refería al presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, cuando dijo que la F1 "debería diferenciar entre nuestro deporte -el automovilismo- y la música rap", palabras que pilotos como Lewis Hamilton criticaron por estereotipadas y racistas.