Valve, propietaria de Steam, tiene previsto entregar sus primeros chips de interfaz cerebro-ordenador a finales de este año. Ya en 2019, Valve barajó en la GDC la idea de explorar cómo podrían funcionar los chips cerebrales para los juegos. Más tarde, el proyecto despegó con una nueva puesta en marcha.
Desde entonces, Starfish Neuroscience ha estado trabajando en un chip de "electrofisiología" personalizado y, como se explica en la primera entrada del blog de Starfish (vía The Verge), este chip registrará la actividad cerebral y estimulará el cerebro. Sin embargo, Starfish ha dicho que el chip aún no está completo, ya que todavía necesita sistemas que lo alimenten y la capacidad de introducirlo en la cabeza de alguien. Pero prevé que los chips lleguen a finales de 2025.
Starfish parece tener objetivos más realistas que su competidor Neuralink, ya que también quiere seguir siendo un implante menos invasivo. Starfish desea permitir el acceso a múltiples regiones cerebrales en lugar de sólo una, sin utilizar una batería con sus implantes. El uso de múltiples partes del cerebro podría ayudar en casos como la enfermedad de Parkinson.
Además, Starfish está trabajando en un dispositivo diseñado para destruir tumores y en un sistema de estimulación de lectura cerebral que puede tratar la depresión, el trastorno bipolar y más afecciones neurológicas.