La empresa Deepwell DTX, con sede en Seattle, tiene una visión sencilla: algún día, las personas que están apurados con su salud mental podrán jugar a videojuegos para aliviar su estrés. Durante años, se ha dicho a los videojugadores que jugar empeora su estado mental. Pero Deepwell DTX quiere demostrar lo contrario.
El cofundador de Deepwell, Ryan Douglas, piensa incluso que si los juegos obtuvieran la misma financiación que la sanidad, podrían "devolvernos a la edad de oro del videojuego", según una entrevista reciente con PCGamer.
La tecnología de Deepwell resulta ser bastante impresionante, como se demuestra en el shooter de VR Zengence. En el juego no tienes que llenar de plomo a tus semejantes, sino disparar a los espíritus con un láser. Está diseñado para enviarte enemigos mientras exhalas, con lo que entras en un estado rico en dopamina mucho más rápido que en los juegos normales. Durante este estado, Douglas afirma que los jugadores están más dispuestos a adoptar nuevos procesos de pensamiento sobre sí mismos. Piensa en cuando has estado saliéndote en una partida, y te has dicho a ti mismo lo crack que eres o lo OP que vas. Entonces, es probable que algo arruine esa percepción de ti mismo de forma repentina, pero Deepwell quiere mantenerla constante.