Análisis de Los Sims 4: Vida Ecológica

Hay algo especial en la saga de Los Sims. Desde que era pequeña (a rachas) he ido creando a mis Sims ideales, planeando carreras profesionales, maximizando sus habilidades, enseñándoles a ser responsables y haciendo nuevos amigos mientras jugaba. Empecé hace mucho tiempo, cuando jugar a Los Sims era casi siempre la principal razón por la que me quedaba despierta hasta las tres de la madrugada pegada a la pantalla porque un Sim estaba a punto de ser ascendido u otro Sim estaba a punto de tener un bebé. Siempre era un "sólo cinco minutos más".

Llevaba un tiempo sin jugar a la saga cuando inicié Los Sims 4 para probar la nueva expansión de Vida Ecológica. Aunque nada más empezar me di cuenta de por qué lo dejé: no me gusta el confinamiento de esta versión; si quiero ir a pescar, quiero poder ir al agua y sacar mi caña de pescar, y no ver una secuencia cinematográfica de un viaje a Villapesca. Por otra parte, estaba encantada con los nuevos cambios que esta nueva expansión ha traído al juego.

Los Sims 4: Vida Ecológica es una de las expansiones más interesantes que he probado en todas las versiones de Los Sims. Estás sometido a mucha más presión ya que las consecuencias de no intentar conseguir el objetivo principal tienen relevancia real y afectan a los Sims que vivan en la ciudad, sea cual sea, el nuevo barrio de Evergreen Harbor o uno ya existente en el juego. La expansión incluye un montón de complementos de temática "hipster", como bienes de procedencia local, hechos éticamente, restaurados y reciclados. También incluye una gran cantidad de peinados, atuendos, muebles y materiales de construcción, pero eso no es lo mejor. Eco Lifestyle trae consigo una nueva mecánica, la "eco-huella". Si no la dominas al menos hasta cierto punto enseguida convertirás todo lo que te rodea en una pocilga, o mejor dicho, en un vertedero.

Puedes llegar a ver a tus Sims sufriendo un ataque de tos debido a una niebla tóxica, tus pequeños no podrán disfrutar al aire libre debido a la contaminación y te será más difícil hacer crecer tus cultivos, si esa es tu intención. En cambio, te lo pasarás en grande si te aseguras de reciclar tu basura (no os olvidéis de separar los materiales compostables de los reciclables, gente), cultivar tu propia comida, fabricar tus propios muebles y votar por los planes "ecológicos" que se ponen en el tablón de anuncios, especialmente si quieres convertirte en un maestro jardinero.

Voté a favor de las " iniciativas ecológicas" cada vez que me fue posible, pero antes incluso de poder empezar a proponer mi idea de forma de vida respetuosa con el medio ambiente al resto de los Sims (muchos de los cuales estaban en desacuerdo con mis ideas), todos mis vecinos, excepto el ecologista del pueblo, votaron en contra de ellas. Parece ser que, prefieren votar a favor de propuestas tales como "haced que todos los Sims beban zumo". Ya sé que el zumo está muy bueno y todo eso pero, ¿debería anteponerse a la limpieza del pueblo?

Y allí estaba yo, viviendo al margen de la sociedad en tres contenedores apilados. Era capaz de darme duchas muy rápidas que no me limpiaban por completo para no agotar mi solución improvisada de suministro de agua, la cual consistía en un paraguas que conducía a unos depósitos de almacenaje. También ahorraba la energía de mis paneles solares cocinando lo mínimo posible y, mientras tanto, mi Sim no paraba de decir que quería jugar a videojuegos (te entiendo Sim, pero tienes una misión).

Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos me vi obligada a ir puerta por puerta de mis vecinos para que se dieran cuenta de que el aire era prácticamente irrespirable y de que mis cultivos estaban muriendo por su irresponsable consumo de recursos y su imprudencia ecológica. Por suerte, a la larga todo mi esfuerzo valió la pena, aunque no fue nada fácil ni rápido de conseguir. Los Sims 4: Vida Ecológica le aporta exactamente lo que quiero al juego, aunque supone un verdadero compromiso. Sería interesante llevar los desafíos y la expansión en general a una isla exótica y hacer que mis Sims pudieran tomar mimosas todos los días.

Esta expansión me ha parecido una montaña rusa de emociones. Para mí al menos, lo especial de Los Sims es ser capaz de vivir tus sueños. Tener el control y gozar de una independencia total para cumplir tus metas, algo que me queda más claro hoy en día que cuando era joven. Ahora, al acercarme a los 30, Los Sims se han convertido en mi vía de escape de una vida real llena de problemas y dificultades. Quiero tener un mundo en el que todo sea posible y en el que pueda cumplir todas mis metas, y los Sims son ese mundo. Si de algún modo puedo ayudar a salvar el mundo y deshacer el deterioro ecológico que hemos provocado quiero hacerlo, aunque solo sea en una simulación. Al fin y al cabo, ser capaz de pasar de ser una eco-guerrera que vivía al margen de la sociedad a una astronauta que es dueña de una mansión fue toda una experiencia, la cual repetiría sin dudarlo ni un segundo.