Las escapadas periódicas de Mario y Sonic a unos Juegos Olímpicos de verano o de invierno ya han pasado por tres generaciones de consolas. Y cuando parecía que estaban en su peor momento, ha llegado un estímulo que ni Sega ni Nintendo pueden dejar pasar, como es la celebración del próximo gran evento deportivo en su casa, en Japón. Además, cuenta a su favor con lo bien que está funcionando todo en Nintendo Switch, y para aprovecharlo han metido unos cuantos cambios.
El valor más importante de Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 es la incorporación de un modo historia completo, la excusa perfecta para llegar a quienes juegan en solitario. Tienen unas cinco horas de partida por delante, para entretenerse y también para aprender un montón de datos históricos, culturales y curiosidades sobre Japón.
La cosa va sobre un plan del Dr. Eggman (o Dr. Robotnik) que consiste en esclavizar a Sonic y a Mario en un aparato ideado para teletransportar a estos dos al pasado, ¡en 1964! Sin embargo, algo sale mal y al final son cinco los que se marchan, con Bowser y Toad incluidos. Aparecen en la ciudad hace 55 años, representados en un estilo visual retro, y la única forma de salir de ahí es ganar todas las medallas de oro de los antiguos Juegos Olímpicos de Tokio. Mientras tanto, en el presente Tails y Luigi comandan un equipo de rescate que también debe competir para ayudar.
Suena rarísimo y absurdo pero ha sido un buen hilo conductor para ir probando los más de 30 deportes recreados en el videojuego. Sin embargo, no nos ha gustado que te deje saltarte los que se te dan mal después de intentarlo y fracasar tres veces. No tiene ninguna consecuencia y eso estropea todo el carácter competitivo asociado al espíritu olímpico. Además, el resto de personajes se va a comportar igual, como si hubiéramos ganado el oro. También es bueno que hayan introducido algún personaje más en un plantel que está muy estancado, como Rouge o Toadette, pero su uso es limitado.
Otra ventaja de esta edición es que hay mayor libertad de control. Aunque es cierto que varía de prueba en prueba, siempre que sea posible hay libertad de escoger entre control tradicional con sticks y botones o mediante movimientos de los Joy-Con.
A medida que vas avanzando entre prueba oficial y prueba oficial, aparecen una serie de minijuegos que dan un toque diferente a la rutina. Como una especie de Solomon's Key contra los minions de Bowser u otro parecido a ¿Dónde está Wally? junto a Yoshi en una conocidísima plaza de Tokio. Todas estas pruebas quedan desbloqueadas para ser escogidas después en el modo libre multijugador.
Es la cuarta vez que Mario y Sonic se van a unos Juegos Olímpicos de verano y, por tanto, hay varias pruebas que ya están bastante vistas, como podrían ser el ping-pong, el salto de longitud, el tiro con arco o el fútbol. Para aportar frescura, Sega ha introducido todos los deportes olímpicos nuevos (surf, skateboarding, karate y escalada). Sus mecánicas son diferentes y por tanto todos son bienvenidos, pero hay diferencia entre ellos. El reto del patinete está simplificado en exceso, pero la escalada es uno de los mejores, que te obliga a tener buena precisión, velocidad y capacidad de decisión.
Para los más veteranos, lo más llamativo fue el anuncio de las pruebas retro, que son como volver a un Track & Field. Una vez conocido el modo historia le encontramos sentido, pero lo importante es que el diseño no ha sido tan, tan arcaico. Aunque se siguen basando en machacar uno o dos botones, han tratado de introducir algo más, algún gestito. Mención especial a la Maratón, que no solo te pide regular tu resistencia y tus niveles de agua, hasta hay que esquivar charcos, tornados o avispas.
Con el paso del tiempo han ido en aumento otro tipo de pruebas no reales, los conocidos como eventos de fantasía. Pero esta vez han quedado de lado, quizá por todas estas introducciones de las que hemos ido hablando. Nos gustan porque nos permiten alejarnos un poco de lo oficial y visitar lugares como Metropolis de Sonic Forces para disparar a los objetivos en un circuito. Entrarían dentro del concepto minijuegos.
Justo cuando parecía que esta serie iba a retirarse ha llegado Mario & Sonic en los Juegos Olímpicos Tokio 2020 para revitalizar el formato y pescar un buen puñado de ventas. Sega ha buscado diferenciarse de los anteriores y dejar atrás el concepto "recopilatorio de minijuegos deportivo", y ha aprovechado que está en casa para construir un modo historia un poco tonto pero repleto de información muy interesante. Los eventos 8 bits son algo más que nostalgia y los nuevos minijuegos compensan la pérdida de fantasía. Nintendo Switch no tiene tantos recopilatorios de pruebas y minijuegos, así que el dúo Mario y Sonic le vienen a la perfección a este catálogo.