El ambiente es bastante bueno tras unas rondas de balón prisionero. Somos cuatro pros del dodgeball, activando ataques especiales increíblemente poderosos y voceando "¿quién tiró?" cuando Yoshi se queda sin calcetines y ya hemos compartido un par de bebidas. Pero quizás se deba más al gran círculo de colegas que nos hemos juntado frente a la TV, y no necesariamente al juego en sí. Después de pasar por los cuatro eventos no hay un claro vencedor entre la oferta deportiva y cambiamos los juegos pronto. Y la impresión es la misma cuando juego en circunstancias más tranquilas, por lo que debo concluir que se trata de una mezcla pobre de ingredientes algo raros.
Balón prisionero, hockey hielo, voleibol y baloncesto forman esta extraña colección poblada por Mario y su legión de monos, princesas y dinosaurios. No son tus típicos héroes deportivos. Habrá movimientos especiales a mansalva, partidos de hockey en los que ambos equipos goleen hasta los dos dígitos y un caos continuo en pantalla.
Puedes ir directo a la acción con Partido Rápido u optar por el modo Campaña. Todos los eventos se pueden jugar 2 contra 2 o 3 contra 3, y los personajes manejados por la IA se unirán si no estás con tus amigos. También puedes jugar con tu Mii, desbloquear personajes de Final Fantasy o limos de Dragon Quest.
En ciertos niveles, el estadio en sí forma parte del juego, como viene ocurriendo con los juegos deportivos de Mario. La Mansión de Luigi se sume repentinamente en la oscuridad y aparecen los fantasmas, y cuando jugamos voleibol en la cancha de Peach las fuentes se ponen en medio cuando queremos bloquear un mate. Estas pequeñas incorporaciones pueden ser pequeños aportes a la diversión o molestos estorbos, pero por suerte también hay niveles "vainilla".
Entonces, ¿cómo te lo pasas con cada disciplina? El Balón Prisionero es más o menos entretenido, lanzando pelotazos al contrincante e intentando que no te cacen a ti. Cuando recibes un balonazo, tu barra de vida se ve disminuida hasta que encuentras a tu personaje de pie tras la parte del campo del oponente. Evitar o esquivar la bola con un movimiento, extrañamente no es posible, y el objetivo del equipo que recibe es cazarla en el aire.
El hockey sobre hielo es mi modalidad favorita en Mario SportsM Mix. Tiene una profundidad decente, pero no es tan accesible. El tutorial presenta tus movimientos siguiendo unos pasos así de sencillos: 1) Pasa con el A. 2) Dispara agitando. 3) ¡Y ahora hay nueve movimientos más! Aún así, es divertido pasarla y disparar al Shyguy de la portería, y se parece al genial Mario Strikers: Charged Football.
El Voleibol no está tan bien. Los puntos se vuelven un caos cuando los jugadores de tu lado de la cancha se chocan entre sí intentando capturar la misma bola, los controles no son muy satisfactorios y terminar un partido (tres sets) parece una eternidad. Tampoco varía mucho.
El baloncesto huele, obviamente, a Mario Slam Basketball (desarrollado por el mismo estudio), y tiene buen ritmo y mates espectaculares. Pero como ocurre con las otras disciplinas, la cancha se presenta desde un ángulo que hace mucho más fácil puntuar cuando juegas hacia la canasta del fondo de la pantalla. Algo que también afecta a todos los deportes es la inteligencia artificial tontorrona, y que jugar contra la IA es más aburrido de lo normal, comparado con la diversión principal frente a otros humanos.
Hay muchas sacudidas de mando, y una vez más, creo que no funcionan tan bien como la pulsación de botones. Pasar con el botón A y disparar agitando el Wiimote como si fuera una maraca me saca de la experiencia en lugar de favorecer la inmersión. Puedes controlarlo todo con el mando en posición NES, pero entonces deberás utilizar el rígido D-Pad para la orientación.
Mario Sports Mix puede servir para matar unas horas con los colegas, pero en conjunto parece una producción barata. Flojo y vacío. Nintendo debería haber aportado más y mejores disciplinas, un control que se sienta mejor y haber vitaminado la IA con algo más de I que de A para golear con este juego.