Probablemente haya alguna buena razón para que tantos RPG tácticos por turnos estén ambientados en un mundo postapocalíptico o al menos en escenarios destrozados por la guerra. Al fin y al cabo, casi toda la parte de estrategia se iría al garete si pudiésemos solicitar apoyo aéreo para destruir a nuestros enemigos o reponer recursos en el supermercado tras una exigente batalla. Por eso entiendo que Bearded Ladies, el estudio tras Mutant Year Zero: Road to Eden, hayan elegido de nuevo la ambientación postapocalíptica para su próximo The Miasma Chronicles. Aún así, habiéndolo probado en la Gamescom, me ha dejado la sensación de que tal vez no esté muy inspirado.
En Miasma Chronicles jugarás como Elvis, un joven ingenioso y aventurero que ha crecido en la ciudad minera de Sedentary bajo el cuidado de su "hermano" robot". A lo largo del juego podrás controlar a ambos personajes para explorar el yermo páramo de una América futura arrasada por una fuerza desconocida llamada Miasma. No es la ambientación más original ni mucho menos y, durante mi tiempo con su versión preliminar, he tenido varias veces una sensación de déjà vu que tal vez no sea la que quieres dar cuando presentas tu nuevo y emocionante juego.
Probablemente la razón principal sean los personajes y el entorno. Elvis se parecía a cualquier otro barbilampiño personaje del tipo de los papeles de Tom Holland y, por algún motivo, parecía gritar fervientemente cada línea de diálogo tanto si estaba justificado como si no, lo probablemente no sea la mejor cualidad para caminar sigilosamente por un entorno hostil. En comparación, su compañero robot es algo mejor, pero sigue pareciendo que todo su diseño y personalidad está sacado directamente de Borderlands, siendo tan solo un poco menos irritante que Claptrap.
Honestamente, no he podido identificar un solo elemento original en el diseño de su mundo. Sedentary tiene el mismo aspecto que cualquier asentamiento de Fallout pero sin sus personajes extravagantes ni sus referencias chistosas, y la atmósfera de estilo fronterizo con personajes rudos vistiendo sombreros de cowboy también está ya usada hasta la saciedad. Hay que decir que las misiones secundarias estaban deshabilitadas en esta muestra y que es posible que el juego se aventure más en cuanto al contenido opcional.
La dinámica de juego también resultará muy familiar a cualquiera que haya jugado a Mutant Year Zero: Road to Eden. En mi opinión, este es más bien un punto positivo. Mutan Year Zero: Road to Eden me impresionó con su combate táctico extremadamente intuitivo y su gran profundidad, y Miasma Chronicles parece estar basado en el mismo sistema usando incluso elementos de la interfaz y animaciones para disparar y cubrirse similares.
Por supuesto, es demasiado pronto para decir si se ha elaborado más allá de estos sistemas previos ya que los encuentros que hemos podido jugar funcionaban básicamente como tutorial del juego. De nuevo, hay dos formas de afrontar los combates. Puedes ir de frente abriendo fuego o intentar acercarte sigilosamente a tus enemigos para ganar ventaja. Normalmente el segundo método es el mejor ya que te permite terminar la batalla sin gastar tantos objetos y recursos. Pero una vez se han disparado las armas, el combate funciona exactamente de la misma forma.
En esencia, la clave para ganar los combates se trata de encontrar las posiciones correctas sobre el mapa, aprovechar las numerosas oportunidades para cubrirse y emplear el entorno a tu favor disparándole a materiales explosivos (que siempre parecen estar por todos lados en este tipo de juegos), por ejemplo. Las armas tienen diferentes fortalezas y debilidades en cuanto a rango y eficacia, y cada tipo de enemigo tiene sus propias tácticas y patrones de movimiento (durante el comienzo del juego nos enfrentamos mayormente a unos desagradables hombres-rana que también recuerdan en su diseño al anterior título del estudio).
Nada de esto es especialmente innovador y echo de menos funciones tales como poder usar ataques cuerpo a cuerpo al estar cerca de un enemigo. Pero se deja jugar bien y el control es muy intuitivo incluso en un mando. Las transiciones entre el combate y la exploración son muy fluidas y buscar recursos por el terreno entre batalla y batalla es una buena diversión que ayuda a darle más profundidad al mundo. Una pena que este no sea algo más interesante.
Aunque puede que suene algo duro en estas impresiones, no es que no me haya gustado el juego. Es solo que, al menos en la superficie, Miasma Chronicles parece más de lo mismo. Eso no es necesariamente malo ya que Mutant Zero Year: Road to Eden fue un juego sorprendentemente bueno, pero también tenía una ambientación más única con animales antropomórficos rondando por un mundo vibrante y colorido. Miasma Chronicles necesita algo que lo diferencie y, con suerte, puede que todavía tenga alguna sorpresa guardada.
Estoy hablando de la propia Miasma, por supuesto. Esta fuerza mística está en el centro del mundo y la narrativa del juego, y los desarrolladores prometen que descubriremos más sobre ella, incluyendo qué tiene ver con el protagonista, del que también descubriremos por qué se llama Elvis, algo que, para mí al menos, es el principal misterio del juego. La Miasma también influirá en el combate y nuestras habilidades, lo que tal vez le añada esa sensación nueva que el juego necesita tan desesperadamente.
Aunque no se estrenará hasta 2023, Miasma Chronicles parece encontrarse ya en un estado bastante solido desde el punto de vista técnico y, si disfrutaste de Mutant Year Zero: Road to Eden o simplemente te gusta este género, probablemente querrás hacerte con él a pesar de su sosa ambientación. Pero, para atraer a nuevos jugadores, la misteriosa Miasma tendrá que ser tan extraña y mágica como parece en los tráilers.