Miles de personas se reúnen en las calles de Manchester para dar el último adiós a Ricky Hatton
El ex campeón del mundo e icono de Manchester falleció a los 46 años.
Miles de personas se congregaron en las calles de Manchester para presentar sus respetos a Ricky Hatton, el boxeador británico fallecido el pasado septiembre a los 46 años. Hatton fue uno de los mejores boxeadores de su generación, la misma de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, y posiblemente el mejor boxeador británico de todos los tiempos, con títulos mundiales en las divisiones de peso semipesado y peso wélter, y se esperaba que reapareciera este año.
Su repentina muerte conmocionó al mundo del boxeo, y en particular a la ciudad de Manchester, donde Hatton era un icono. Prueba de ello es que miles de personas se congregaron para seguir la procesión por las calles de Manchester, que atravesó varios lugares importantes para Hatton, como el pub Cheshire Cheese, la taberna Harehill o The New Inn, donde Hatton solía acudir, el gimnasio Hatton's Gym y el estadio Etihad del Manchester City, el club de fútbol al que Hatton apoyaba, antes de dirigirse a la catedral de Manchester.
El cortejo fúnebre iba encabezado por la furgoneta de la comedia de 1981 Only Fools and Horses. Hatton era tan fan que compró la furgoneta y solía conducirla por la ciudad, según informó la BBC.
Muchos de sus antiguos compañeros de boxeo asistieron al funeral, como Frazer Clarke y Natasha Jonas, los hermanos Tyson y Tommy Fury, los ex boxeadores Amir Khan, Scott Welch, Frank Bruno, Barry McGuigan y Anthony Crolla. Otros asistentes fueron Liam Gallagher, de Oasis, del que Hatton era un gran admirador, así como el ex delantero del Mannchester United Wayne Rooney, el cómico Paddy McGuinness y el actor Dean Gaffney.
Más allá de sus habilidades boxísticas, Ricky Hatton era respetado por su carisma, amabilidad y defensa de la salud mental, tras haber luchado contra la depresión. Una de sus últimas apariciones fue un vídeo enviado a un niño de 10 años que sufría acoso escolar.
