Cada año me resulta más difícil intentar renovar mis reseñas de títulos deportivos anuales. MotoGP entra en esta categoría, pero desde luego no es el único. Esto, por supuesto, va de la mano con el hecho de que los productores de juegos no parecen tratar de innovar demasiado, básicamente lanzando el mismo trabajo año tras año con algunos cambios menores. Sin embargo, Milestone parece haber escuchado las peticiones de los fans con dos pequeñas pero importantes novedades.
Los desarrolladores tienen muchos años de experiencia en MotoGP y han construido una base sólida sobre la que edificar. Y una vez que estás pilotando la moto por los distintos circuitos, es algo que reconoces de años anteriores. Es una curva de aprendizaje brutalmente empinada, que se siente como una montaña una vez que empiezas la partida. Es como un baile difícil, en el que el más mínimo error hace que te pisen o te arrastren. Pero cuando funciona, fluye de maravilla. Rápido como el viento en línea recta, inclinado hacia aquí, inclinado hacia allá. Hay algo hermoso en ello. Pero al mismo tiempo, no hay (probablemente) ningún juego deportivo en el que la precisión sea tan importante a la hora de pulsar los botones. Un milímetro de más en el freno y sales volando como un cohete. Un milímetro menos y acabas en la hierba o la grava. Demasiado puño demasiado pronto después de una curva y acabas en el suelo con un derrape que habría enorgullecido a Glenn Hysén. En resumen, en la pista, el juego es una experiencia excelente y ajustada.
Una cosa que ha arruinado un poco mi experiencia en los últimos años es el comportamiento de los pilotos rivales controlados por la CPU. Podían estrellarse y arder sin consecuencias, pero eso se acabó. Porque Milestone por fin ha añadido penalizaciones para todos. ¿Conducir una moto controlada por ordenador sobre hierba? ¿Contribuir a que otro piloto se salga de la carretera? Bueno, ahora es el momento de dejar las cartas sobre la mesa. Los comisarios (jueces de carrera) vigilan la situación e informan constantemente de quién ha sido penalizado y por qué. Son estas pequeñas cosas las que hacen más divertido un juego como MotoGP 24.
Para la mayoría de la gente, este entretenimiento probablemente se disfrutará en el modo carrera (hablando de trayectoria profesional, no de echar una carrera rápida). Desde luego, no ha cambiado con respecto al año pasado, en el que todo consistía en escalar posiciones en la clasificación y convertirse en el mejor de todos los tiempos. Sin embargo, aquí es donde entra en juego la otra gran innovación del juego, presente en la mayoría de los juegos deportivos desde tiempos inmemoriales. Me refiero a los fichajes. A lo largo de una temporada, surgen nuevas incorporaciones y, cuando esta termina, los pilotos pueden cambiar de equipo en busca de nuevos éxitos y, probablemente, mucho dinero.
Para resumir brevemente la situación, empezamos con un prometedor piloto de Moto3 a falta de pocas carreras para el final de la temporada. Aquí comienza el primer desafío, en el que se basa todo el modo. Adelanta a tu rival y, si eres lo suficientemente bueno, darás el salto mágico directo a MotoGP la temporada siguiente. Si fracasas, te encontrarás mordiendo el polvo. Después, en función de tus resultados, surgen nuevos retos. Por ejemplo, mi primer reto en MotoGP fue ser el primer piloto del equipo Gasgas en alcanzarme. Para ello, tenía que estar más arriba en la clasificación por puntos después de tres carreras. Y así sucesivamente. También puedes mejorar tu propia moto tras las sesiones de entrenamientos y hacer rivales o amigos respondiendo amable o maliciosamente a los mensajes de los demás en las redes sociales. La parte de un jugador también consta de contrarrelojes, campeonatos y grandes premios. Puedes jugar en pantalla dividida local si quieres invitar a un amigo. Si prefieres jugar online, puedes crear o unirte a lobbies de hasta doce jugadores. También existe la opción de jugar a algo llamado LiveGP (no disponible en Switch), que consiste en desafíos rotativos en diferentes circuitos con sus correspondientes tablas de clasificación.
El mayor problema que tengo con la serie es algo que no creo que los desarrolladores puedan solucionar. Es la falta de material nuevo cada año. Pero al mismo tiempo están muy atados a la licencia oficial, por lo que no se pueden añadir circuitos, pilotos o equipos. Pero estaría bien ver algún tipo de actualización en el modo carrera o un modo historia el año que viene.
Algo que hay que alabar del estudio es la calidad del aspecto y el sonido de las motos. En general el sonido es bueno, salvo por lo que considero un comentarista algo inútil antes de cada carrera, que se limita a comentar lo que está pasando en la carrera y el tiempo. Estéticamente tampoco hay nada de lo que quejarse y las motos, como he dicho, se ven muy bien, al igual que los pilotos, pero en algunas ocasiones he notado que los pies y las rodillas parecían atravesar el suelo. Sin embargo, el público, que no es un problema, deja mucho que desear.
MotoGP 24 continúa en la senda de la buena jugabilidad de la serie. La sensación con la moto es excelente pese o gracias a su exigencia analógica, pero por desgracia sufre del mismo problema que la mayoría de juegos deportivos, en los que no hay muchas novedades respecto al año pasado.