Análisis de Motorola Razr 60 Ultra

Ha sido un verdadero placer seguir la evolución de Motorola en los últimos años. Es cierto que han sacado algún que otro g-phone económico y soso, pero entre los teléfonos Edge y, sobre todo, Razr, la marca ha encontrado una expresión, una capacidad de innovación y un lugar especial en el que pueden atraer sobre todo a aquellos que quieren una buena relación calidad-precio, pero que también piensan que el mercado de los smartphones se ha vuelto demasiado conservador.

Por ejemplo, la última serie de teléfonos Razr 60. Son teléfonos plegables tal y como los conocemos, pero gracias a una colaboración con Pantone que lleva años siendo fructífera para ambas partes, están disponibles en Scarab, Cabaret, Rio Red y Mountain Trail, colores distintos que dan personalidad, carácter y presencia a tu teléfono, algo que fabricantes como Apple y Samsung rechazan de plano. Pero eso no es todo, cada uno de ellos también utiliza un material distinto en la parte trasera, desde madera en Mountain Trail hasta una especie de gamuza ecológica en nuestro modelo Scarab. Es una decisión realmente sorprendente que no puedo aplaudir lo suficiente. Digamos colectivamente no al cristal esmerilado, al titanio y al aluminio, al típico diseño industrial que encoge nuestro mundo donde deberíamos expandirlo.

Es más, esta vez Motorola ha construido un auténtico buque insignia sin un ápice de compromiso. Cuenta con certificación IP48, lo que significa que el teléfono está protegido contra el agua y el polvo, y aunque solo pesa 199 gramos, lleva una batería de 4700 mAh, que es mucho si tienes en cuenta lo mucho que puedes hacer con la pantalla de cobertura mucho más pequeña. Y sí, tiene carga de 68 W, carga inalámbrica de 30 W y puedes realizar carga inversa a 5 W. Todos estos son criterios de buque insignia, y Motorola los cumple con creces.

Por dentro, también es territorio de buque insignia: hablamos de Snapdragon 8 Elite, 16 GB de RAM y hasta 1 TB de espacio UFS 4.0. Así que no hay por qué quejarse, o al menos situar a los teléfonos plegables con pantalla abatible como smartphones que incurren en el precio completo por la mitad de rendimiento. En la mayoría de nuestras pruebas de estrés que intentan aproximarse al uso cotidiano real, el Razr 60 Ultra rinde casi a la par que otros teléfonos con este SoC, es decir, el OnePlus 13, y eso en sí mismo es impresionante que haya espacio para una buena solución de refrigeración en un chasis que es más pequeño y tiene que plegarse.

Como probablemente ya sepas, aquí hay dos pantallas diferentes, y ambas son, como mínimo, bastante impresionantes. La exterior es una LTPO AMOLED de 4" en 1272x1080, lo que nos da una densidad de 417 ppi, que no está nada mal, y además está recubierta con Corning Gorilla Glass Ceramic. Si te preocupa el bajo brillo de la retroiluminación, Motorola ha garantizado 3000 NITS de pico, así que también es brillante, y además funciona a 165 Hz.

Ábrela y tendrás una pantalla de 7", más grande que casi cualquier otra del mercado, y eso sin hacer el teléfono significativamente más grande. Esta pantalla funciona a 1224x2912, con 464 ppi, y también es una pantalla LTPO AMOLED de 165 Hz con Dolby Vision, HDR10+ y un brillo que alcanza un pico de 4500 NITS.

Es absolutamente demencial que se pueda meter tanto en un chasis tan denso y elegante, sin sacrificios significativos. Bueno, en principio estás "sacrificando" un teleobjetivo, ya que la Razr 60 Ultra está equipada con un gran angular de 50 megapíxeles f/1,8 y 24 mm con estabilización óptica y PDAF, y un ultra gran angular de 50 megapíxeles a 122 grados. Se trata de dos objetivos supercapaces que funcionan "con cualquier tiempo", por así decirlo. La química del color, la estabilización y la propia aplicación de la cámara son versátiles y elegantes, y las imágenes son realmente mejores de lo que yo personalmente esperaba, con un buen rango dinámico y una agradable profundidad. Como siempre, hay pequeños problemas en condiciones de poca luz, ya que el binning y el software general de Motorola simplemente no tienen la antigüedad que esperamos de otros buques insignia.

Entonces, ¿hay algún compromiso real? Bueno, Motorola ha subido el precio a 1.100 £, lo que parece un poco excesivo, sobre todo teniendo en cuenta que los teléfonos Razr han sido históricamente más baratos de lo que su funcionalidad sugeriría, pero es más probable que de nuevo solo ofrezcan tres años de actualizaciones de la plataforma Android. Es un poco exagerado en un momento en que, por lo general, se tarda más en comprar un teléfono nuevo.

Dicho esto, esto es casi un golpe de genio, un teléfono plegable "sin compromisos" que te ofrece tanta funcionalidad y versatilidad unidas a una carcasa que tiene mucha más personalidad que el smartphone medio. Bien hecho, Motorola, bien hecho.