Naciones Unidas ha confirmado que reducirá drásticamente las raciones de alimentos para los refugiados rohingya en Bangladesh de 12,50 a sólo 6 dólares al mes a partir del 1 de abril de 2025, debido a la insuficiencia de fondos (vía Reuters).
Se prevé que la decisión, que afecta al mayor asentamiento de refugiados del mundo, en Cox's Bazar, empeore una situación ya de por sí grave, pues los refugiados -la mayoría de los cuales huyeron de violentas purgas en Myanmar- luchan por sobrevivir con la ayuda reducida.
Aunque el PMA se esforzó por conseguir donaciones para mantener las raciones, finalmente no alcanzó sus objetivos de financiación. Se espera que este recorte suponga una inmensa presión para las familias que ya viven hacinadas y con un acceso limitado al empleo o la educación.
Las reducciones anteriores de la ayuda alimentaria ya han provocado mayores tasas de desnutrición entre los niños, y con la nueva reducción, los habitantes de los campos se enfrentarán a un reto aún mayor, y los trabajadores humanitarios temen que las cosas empeoren mucho más si no se da marcha atrás.
La reducción de la ayuda se produce como consecuencia de los recortes de la ayuda exterior de Estados Unidos, que durante mucho tiempo ha sido uno de los principales contribuyentes a la respuesta humanitaria, lo que deja un importante vacío en la ayuda disponible para los refugiados.
Dado que los precios de los alimentos siguen subiendo en la región, la nueva ración apenas basta para cubrir las necesidades básicas, lo que suscita la preocupación generalizada de que pueda provocar un aumento del hambre, las enfermedades y la inseguridad en el campo. Por ahora, queda por ver cómo evolucionará la situación.