Análisis de Need for Speed

Estamos seguros de que aceptar la tarea de desarrollar el 'reboot' de una franquicia con veinte años de edad, que además ha variado mucho durante los años, no puede ser fácil, pero eso es justamente lo que ha estado haciendo la desarrolladora sueca Ghost Games con Need for Speed desde el último Need for Speed: Rivals de 2013. Así, nosotros hemos podido darnos un garbeo por Ventura Bay, aprovechando para montar y 'tunear' unos cuantos coches y correr con ellos por ahí.

Una de las decisiones más difíciles durante el desarrollo ha sido tener que decir si volverían a un estilo más rígido o si seguirían con la clase de conducción que hemos visto en los últimos títulos. Pues bien, resulta que al final Ghost Games no ha tomado esa decisión, sino que han optado por ofrecer ambas. Es decir, que le dejan la decisión al usuario, porque al cambiar rápida y fácilmente los niveles de algunos deslizables, podrás alterar la presión del neumático, la potencia de freno y muchos otros elementos que determinan el comportamiento de tu coche sobre el asfalto.

Otro aspecto destacado es la personalización, porque los jugadores tendrán un montón de libertad en cuanto a personalizar los distintos vehículos. Absolutamente todo, desde la apariencia externa hasta los frenos, el tubo de escape y los neumáticos, es 'customizable'. Por desgracia, la variedad y cantidad de coches no es muy amplia, pero, a cambio, las opciones de personalización harán que les saquéis partido a todos y cada uno de los coches. Es decir, que podrás escoger entre fardar por ahí con un nuevo y lujoso Lamborghini o correr con tu viejo Volvo, remodelado para ser una bestia de la velocidad.

En general, los controles son fluidos y fáciles de dominar, pero, dependiendo de cómo los ajustes, los vehículos se comportarán de manera diferente. Si has jugado con un coche con mucho agarre durante la mayor parte del tiempo y cambias a uno que se base en hacer derrapes, verás que se te hace imposible. Pero eso solo pasará antes de que domines los controles y las opciones con las que puedes juguetear. Una vez seas un maestro con ellos, te lo pasarás pipa corriendo por las calles de la ciudad y derrapando por las carreteras de montaña.

Por otra parte, entrar en las diferentes carreras es sencillo y está bien diseñado, además que de tendrás la opción de retar a otros usuarios a eventos de carrera espontáneos, si te encuentras con ellos en Ventura Bay. Eso sí, si estás buscando un evento en concreto no tendrás que ir por ahí esperando a que aparezca, ya que hay un sistema de viaje rápido para evitar que pierdas el tiempo.

Entre otras cosas, las carreras son muy variadas: podrás disfrutar de carreras normales, de esas de ir de un punto A a un punto B, y participar en desafíos de derrapes para obtener la puntuación más alta o en retos de exhibicionismo. Verás que hay un montón de actividades para los usuarios y, si te cansas de correr, también hay objetos para coleccionar por todo el mapa del mundo. Estos coleccionables van desde puntos donde hacer donuts, lugares con buenas vistas y partes de coche, pero, la verdad sea dicha, no son muy difíciles de encontrar.

Además, las carreras te darán dinero y REP, según como lo hagas. Lógicamente, ambas contribuyen para la progresión: el dinero es lo que se usa para comprar nuevos coches y partes y el REP es básicamente el equivalente de EXP, que te permitirá desbloquear nuevas partes de coche al subir de nivel.

En concreto, el contenido está dividido en cinco categorías que representan distintas partes de la cultura automovilística y, en el juego, las verás en forma de personajes: Spike es el payaso con ganas de velocidad; Manu quiere el trono de rey del derrape; el objetivo de Amy es construir el coche de carreras perfecto; Robyn solo quiere salir por ahí y pasárselo guay con los colegas; y, por último, Travis es un fanático de la adrenalina y las persecuciones. Además, estas categorías también aparecen en el resto de personajes, desde gente real a jefes de todos los tipos y, de hecho, para convertirte en el exponente máximo en el juego, tendrás que vencer a los mejores de cada categoría en su propio terreno. Justamente un ejemplo de esto está en tener que derrotar a Ken Block en los derrapes.

Son esos cinco personajes que acabamos de mencionar los que hacen progresar la historia, cuyo único objetivo es que consigáis las cinco categorías. La trama argumental se desarrolla a través de llamadas de teléfono y escenas de corte con actores reales para hacer que la ficción sea más real. Es cierto que hay unos cuantos personajes divertidos en Ventura Bay, pero, en última instancia, no motivan demasiado. Son simplemente una excusa para que vuelvas a las calles. No obstante, hay que decir que las secuencias, que mezclan actores reales y coches animados por ordenador, son geniales. Está chulísimo ver de fondo el coche que tú mismo has diseñado.

Por otro lado, el estudio ha puesto a trabajar a tope y con ingenio a Frostbite, el motor que EA utiliza últimamente para la mayor parte de sus grandes producciones. El resultado es que todo tiene un nivel de detalle increíble, hasta el punto de que puedes ver las gotas de lluvia resbalando por el coche. Además, otro de los atractivos del motor, la destrucción, también desempeña un papel importante, porque podrás cargarte farolas, vallas y diferentes objetos por el bien de la carrera.

En definitiva, Need for Speed es un juego contundente y un retorno en condiciones al mejor estilo Underground. Afortunadamente, la trama, que es lo que menos importa en un juego de carreras, es su punto más débil. El resto de la experiencia logra proporcionar un título de carreras muy, muy divertido, y la profundidad de las opciones de personalización te permitirán retocar los coches para que queden a tu gusto.