¿Cómo sería la vida sin el vecino que siempre se pavonea con su coche caro y presume de su lujosa piscina nueva? Con un gesto brusco y una sonrisa falsa, en el fondo quieres destrozarlo todo. Es una curiosa coincidencia que mencione esto porque eso es exactamente de lo que trata Neighbors: Suburban Warfare, en pocas palabras. Pero la cosa no acaba ahí, por supuesto que también vamos a demoler el mobiliario de esa casa, ya sea el televisor, el horno y la lavadora, para ganar la batalla y reclamar el dominio de nuestra calle.
El juego de Invisible Walls está actualmente en Early Access en Steam y, por tanto, este análisis también se basa en una versión del juego que está en desarrollo. Nos han prometido muchos más modos de juego, personajes y nuevas armas locas en el futuro, pero tal y como están las cosas, lo que tenemos es un juego multijugador en el que cada equipo está formado por cuatro jugadores y el objetivo principal es entrar en el jardín del vecino, forzar la entrada en su casa y destruir un mínimo de cuatro objetos para ganar la partida. Puede parecer sencillo, pero no lo es, y es caótico de principio a fin, con un sabor a comedia 'slapstick' inusualmente retorcido. Fieles al género, tenemos una galería de personajes luchadores entre los que elegir, en la que cada vecino tiene una habilidad única y rasgos diferentes, además de un arma específica de su clase, ya que algunos se prestan más al ataque y otros a la defensa.
En la versión que probé, hay ocho vecinos entre los que elegir: Kevin, con su tirachinas y su gancho de pato, hace travesuras y puede sortear las fortalezas como nadie; Doreen es una señora mayor y antigua boxeadora que puede aumentar de tamaño mediante habilidades especiales y atronar hacia delante y repartir ganchos; Louie, al que le encanta la pirotecnia, puede activar cargas explosivas teledirigidas o lanzar petardos que deslumbren al adversario; P.A., que lleva un disfraz de circo, rueda con un cañón, pero también puede lanzarse por los aires y golpear el suelo como un cometa para causar daños por salpicadura; la inocente Mary-Jean está especializada en el sigilo y puede desbloquear puertas o revelar posiciones enemigas mediante un radar; Chad tiene tanto bíceps como un delantal mientras blande una aspiradora en combate cuerpo a cuerpo cuando no está cambiando de dirección y disparando con ella; Gramps es un anciano con sombrero y tirantes que puede vendar a sus compañeros, pero también reanimarlos cuando caen en combate; Kim, con traje de motorista, puede tanto lanzar su llave inglesa como arma como reparar la casa, además de construir una torre casera que inflige daño. Las habilidades especiales del vecino solo se pueden usar con moderación, con un temporizador asociado, y todos los personajes se pueden subir de nivel para desbloquear nuevas ventajas y aspectos.
Pronto me identifiqué como Kevin, un personaje inspirado en Home Alone y Dennis the Menace, que encajaba con mi estilo de juego y lo pesado que era de niño. Un personaje pequeño que corretea como una comadreja y puede superar cualquier obstáculo. Antes de que empiece la partida, el equipo elige su casa, con diferentes entradas y planos. Una vez que empieza la partida, cada uno hace todo lo posible por recaudar dinero para sí mismo derribando a los oponentes, pero al mismo tiempo, mediante el espíritu de equipo, dirigiéndose a cajas de recursos específicas en ubicaciones neutrales fuera de las casas, donde el contenido se utiliza para comprar mejoras en el terreno de la casa, lo que permite al equipo comprar opciones de ataque y defensa más avanzadas, lo que normalmente significa que ambos equipos corren hacia las cajas de recursos del mapa directamente. Hay que romper la caja y llevar el contenido de vuelta a la base, pero también se pueden lanzar.
Hay que comprar herramientas específicas en la tienda para empezar a demoler la valla y la casa del vecino, hay distintos niveles de artículos que tienen distinta eficacia. Un martillo o una sierra no harán tanto daño a la propiedad del vecino como un mazo o un martillo neumático. Al mismo tiempo, el equipo tiene que defender su propia propiedad y comprar barricadas para colocar sobre puertas y ventanas, o vallas electrificadas, trampas para osos, torretas que disparan pelotas de béisbol o tablas saltarinas que lanzan a tu vecino al bosque. Se trata de un modelo y un modo de juego bastante sencillos por el momento, pero crea una dinámica constante de ataque y defensa contra el equipo vecino, mientras tienes que tener cuidado con una variada gama de trampas y vecinos enfadados mientras intentas hacer incursiones por tu cuenta. El juego también incluye breves pausas en las que el día se convierte en noche, lo que permite al vecindario recuperarse, reparar daños, elaborar estrategias, establecer nuevas defensas y echar un vistazo a las armas de la tienda para recuperarte. Si intentas aprovechar este periodo para adelantarte a la oposición, hay un pequeño carlino que mata instantáneamente a cualquiera que ataque mientras vigila el patio durante esta breve noche, por lo que debes esperar hasta el amanecer antes de volver a intentar desalojar al vecino.
Por supuesto, la verdadera diversión llega cuando mejoras tu tienda y puedes comprar los artilugios más locos que se entregan por poder y se lanzan a tu parcela, donde tú o tu compañero podéis recoger el arma especial. Un favorito personal es el Seagull-130 Gunbird, que se burla del clásico killstreak de Call of Duty. Levantas una pequeña mesa de control y controlas a distancia una gaviota alimentada con laxante que rocía caca a alta velocidad como disparos o huevos como bombas. También puedes activar una furgoneta llamada Drive By que se lanza en picado y atropella a todo el equipo enemigo mientras realiza repetidos donuts.
El enfoque juguetonamente desenfadado y rival del juego es difícil que no guste, y los vecinos para elegir te permiten encontrar un favorito personal o variar tu papel y estilo de juego. El diseño respira Team Fortress 2 y Cartoon Network en el estilo de los años 60 en el que el juego utiliza Unreal Engine, que queda muy bien. Sin embargo, hoy en día faltan tanto niveles como modos de juego, aunque las partidas que se juegan son intensas en cuanto a diseño, disposición y armas absurdas. Ayuda si puedes comunicarte, pero el juego es lo suficientemente inteligente como para alertarte constantemente de lo que está pasando, tanto cuando tu propio equipo ha entrado en la casa vecina, como cuando tu propia casa está siendo atacada. Ver toda la ambición del juego cuando el contenido no está finalizado es difícil, pero hasta ahora han conseguido crear una experiencia que destaca en tono y diseño respecto a los títulos de la competencia. Será divertido ver cómo progresa el desarrollador en su extraña, pero cómica experiencia de cuatro contra cuatro que, no obstante, ya puedo recomendar desde hoy para salir de la zona de confort.