Next of Kin

Next of Kin comienza de forma bastante inocente con un viaje en coche a una pequeña ciudad. Asumimos el papel de Thomas, un hombre corriente en la flor de la vida, que ha comprado una casa con su mujer Martha. Lo primero que me llama la atención es que los gráficos son acogedores y atrayentes. Parece Stardew Valley o un viejo juego de Nintendo en dos dimensiones. Esa ilusión se rompe muy rápidamente. No se trata de una aventura encantadora, sino de un juego indie bastante duro de roer que trata temas espinosos. Te enfrentarás a las consecuencias de las enfermedades mentales y a lo que éstas pueden hacer a las personas.

Es difícil no impresionarse por lo oscura que se vuelve esta historia en el transcurso de la aventura. Como todas las historias emocionantes, te adormece con una falsa sensación de seguridad. Por eso también es difícil revelar detalles sobre la propia historia sin estropearte la experiencia. Tardé 81 minutos en ver los créditos. Está diseñado para que te pases la aventura en una o dos sentadas. Es una decisión consciente de Spelkväll Games. No quieren hacerte perder tu precioso tiempo innecesariamente. Una vez que empieza la historia, va muy rápido. Empieza con la desaparición de tu mujer, has perdido la memoria y tienes que averiguar qué ha pasado realmente. Ya hemos visto historias como ésta antes y un personaje sin memoria no es original. Para desentrañar el misterio, puedes hablar con la gente del pueblo, encontrar artefactos y examinar objetos para desbloquear tus recuerdos.

Para sacar el máximo partido, tienes que aceptar que son temas difíciles de tratar. Las enfermedades mentales pueden adoptar muchas formas y tener consecuencias como el suicidio. El contraste entre los gráficos, el diseño del juego y la narrativa me pareció estupendo. Por un lado, te encuentras con entornos hermosos, personajes divertidos y, por otro, eres testigo de cosas terribles que pueden ocurrirle a una persona. Hay una oscuridad que inicialmente se esconde bajo la superficie, reforzada por la música. Por desgracia, hay una cantidad limitada de música, que se repite una y otra vez. Algunas piezas están muy bien hechas, pero desgraciadamente se vuelven repetitivas cuando se oyen con demasiada frecuencia, a pesar del corto tiempo de reproducción. No hay voces grabadas, sino que todos los personajes hablan mediante texto.

Por el precio de dos litros de gaseosa, tienes una historia muy personal e íntima sobre dos personas y sus retos en la vida. La enfermedad mental es algo con lo que mucha gente entra en contacto en la vida real y, aunque no es una de las cosas más conmovedoras que he vivido, es importante hablar de estos temas. Creo que se trata con respeto. No me sorprendería que los desarrolladores tuvieran de algún modo referencias personales al respecto. El trabajo de detalle en el guión impregna la aventura. Los protagonistas crecen como personajes a lo largo de la aventura. Siempre hay algo en lo que pensar y si lo que ocurre tiene una explicación diferente. Por eso el diálogo es lo mejor del título. Aquí es también donde se encuentra la fuerza del producto.

En general, es una experiencia breve pero pasable que aborda algunos temas de conversación bastante difíciles. Está bien actuado y Spelkväll Games ha creado una historia bastante atractiva. Teniendo en cuenta que es su primer proyecto, tengo curiosidad por ver lo que podrían hacer en el futuro, con un poco más de experiencia y dinero. Por desgracia, la música es repetitiva y la jugabilidad no me cautiva. Se hace monótono no poder interactuar con el mundo hasta ese punto. Me falta suficiente variedad en la configuración. Creo que esto sería más adecuado como novela audiovisual que como juego normal en su forma actual. Dicho esto, Spelkväll Games tiene potencial como desarrollador. Si aprovechan los puntos fuertes y desarrollan los débiles, el próximo título será aún mejor. Si puedes aceptar los defectos, no perderás mucho experimentando la historia de Thomas y Martha en Next of Kin.