Novarama hace algo "más grande"

Novarama fue a Gamelab a dar guerra. Un año después de anunciar su acuerdo en exclusiva con Sony, el desarrollo del último Invizimals o los detalles de Reality Fighters, Daniel Sánchez-Crespo no quería hablar de juegos nuevos, sino echar por tierra la mayoría de modelos de negocio de moda en el sector y apostar por lo tradicional, lo que funciona al estudio español.

Después de una demoledora exposición que convenció a los asistentes, Sánchez-Crespo bajó el hacha y atendió a Gamereactor en un ambiente ya mucho más calmado:

Resumiendo el estudio presentado en su ponencia, Daniel concluyó que "no creo que un modelo como el de las apps vaya a mantener juegos como Skyrim o Uncharted" o que "hay una enorme audiencia de jugadores que buscan experiencias que son demasiado caras como para cubrirlas únicamente con 0,79€ por app". Para más información puedes recordar lo expuesto en Gamelab o encontrar muchos más ejemplos y argumentos en el vídeo.

Pero el líder de Novarama también se prestó a tocar otros temas. En un año como estudio first-party de Sony, la empresa nota que "básicamente se ha cambiado la cantidad de recursos con los que cuenta el estudio. No ha cambiado nada en términos de trabajo de equipo o de relaciones, es más que tenemos más visibilidad". Sin dar detalles, el 'CEO' confirma que "esto también implica que no hayamos enseñado ningún juego este año, porque estamos haciendo algo mucho más grande, algo que es posible por esa misma exclusividad".

Con nueve años ya a sus espaldas, Novarama ha llegado lejos sobre todo por sus innovadoras ideas de juego y el aprovechamiento de la tecnología de las consolas de Sony. "Con nuestro próximo juego procuraremos mantener el factor sorpresa", adelanta Daniel. "Cada juego es distinto, cambiar es mejor para nosotros". Sin embargo, "tiramos la mayoría de las ideas: te sorprendería la de estupideces que probamos".

"Si los fans piensan que yo soy un buen defensor del modelo tradicional de negocio para los videojuegos, es todo un honor. Tiene sentido respetar la diversión de la gente, que los demás entiendan que tu tiempo de ocio es algo muy preciado. A veces, no quieres algo mediocre: quieres algo alucinante. Y las cosas alucinante cuestan dinero", despide la entrevista Daniel.