Super Mario Odyssey tiene pinta de que va a ser un juego con mucho contenido. Habrá cientos de energilunas que recoger por los mapas y las ciudades de al menos una decena de reinos, multitude de enemigos que dominar con Cappy y quién sabe cuántos trajes con los que vestir a Mario. Sin embargo, el juego no pesa demasiado.
La tienda oficial de Nintendo Japón dice en la ficha de producto que el Super Mario de Nintendo Switch solo ocupa 5,7 GB de memoria, ya sea en la de la propia consola o en una microSD acoplada. Es un peso muy inferior al de juegos como NBA 2K18, Resident Evil: Revelations 2 o Doom, todos ellos demandantes de espacio adicional.
No es la primera vez que Nintendo realiza un trabajo brutal de compresión para que la escasa memoria de sus consolas no sea un problema para las versiones descargables. Ya lo hizo con Super Mario 3D World, que era una tercera parte de este, y recientemente con un Splatoon 2 que pesa la mitad.