La hoja de ruta de Psyonix para los próximos meses de Rocket League no se queda solo en el estreno del modo Torneo y en la llegada de la Temporada 8 del competitivo. Las actualizaciones de contenido y técnicas también forman parte del calendario a futuro, especialmente para los jugadores de la versión Nintendo Switch, la más afectada.
Porque, a partir del mes de febrero, en la consola híbrida se podrá optar por dos configuraciones gráficas, las dos por las que ha pasado el título desde su lanzamiento hasta el momento. El modo Performance (que coincide con el actual) hace que el juego corra siempre a 60 fotogramas por segundo, con una resolución base de 900p en formato sobremesa y 720p híbrido, pero con reescalado dinámico que puede hacer que baje la calidad visual en algunas situaciones. Quienes quieran verlo a máximo nivel pueden escoger el modo Quality, que eleva la resolución a 1080p en sobremesa y 720p en híbrido con efectos visuales añadidos, pero rebaja la fluidez a 30fps.
En cuanto al contenido, en febrero llegarán novedades a las cajas de loot, y en marzo un DLC premium con licencia de unos productos aún no revelados. En primavera, marzo o abril, habrá mejoras de funcionalidad y de uso que afectarán al guardado, la colocación y la búsqueda de objetos e ítems almacenados. De ahí en adelante, el calendario se difumina, pero también llegarán más mapas, mejora del multijugador cruzado o cross-play y soporte para Xbox One X.
La primera actualización de todas estas llega a Rocket League el 7 de febrero. Si queréis conocer todo lo que incluye, lo tenéis en su web.