Cevat Yerli fue uno de los cofundadores de Crytek junto a sus hermanos Avni y Faruk cuando la compañía echó a andar en 1999. Desde entonces ha sido, no solo el presidente, también la cara visible de esta empresa que subió a los cielos en muy poco tiempo y ha caído a los infiernos en los últimos años a raíz de una serie de fracasos tanto en el desarrollo como en el campo de los negocios.
Ahora que parece que está recuperando el buen camino tras quedarse con un bloque pequeño y dedicarse a un Hunt: Showdown que punta muy bien, Yerli ha decidido echarse a un lado. Ha publicado un comunicado en el que dice que "con la compañía en una posición fuerte, ahora es el momento ideal" para dejar el mando a sus hermanos. No se marcha del todo, porque seguirá siendo un accionista principal y espera poder seguir ayudando.
No sabemos cómo va a ser Crytek bajo al dirección de Avni y de Faruk, ni cómo se van a repartir los cargos y el trabajo entre ellos. Heredan una empresa menguada, con problemas financieros y frentes judiciales abiertos. Y, lo peor de todo, con el CryEngine en sus horas más bajas.