Tras la adquisición por parte de Facebook hace un año y los recientes requisitos centrados en Windows que dejan atrás sistemas como Linux, más de uno estará pensando que el casco de Realidad Virtual está dejando de ser una plataforma de carácter libre y abierto, y que incluso la compañía podría intentar bloquear contenidos que no fueran para todos los públicos (o del gusto del nuevo propietario).
Sin embargo, según el fundador de la empresa Oculus VR, Palmer Luckey, no corresponde al fabricante del dispositivo poner las normas de consumo de contenido, y de hecho se mantiene firme en las aspiraciones de plataforma abierta para el futuro.
Preguntado sobre si tienen planes de prohibir el contenido X durante un panel en la Silicon Valley Virtual Reality Conference celebrada en California, Palmer afirma (vía Variety) que "el Rift es una plataforma abierta. No controlamos el software que se puede ejecutar en ella", antes de añadir, no se sabe si con cierta broma, "y eso es algo gordo".
Además, el fundador de Oculus mantiene su postura al respecto. La mayoría de los otros representantes de compañías implicadas en la carrera de la Realidad Virtual, como el director general de VR de Samsung Nick Di Carlo o Clay Bavor, vicepresidente de gestión de producto en Google Cardboard, han intentado esquivar las preguntas comprometidas o controvertidas sobre temas como el entretenimiento sólo para adultos. Del mismo modo, prefieren por ahora evitar comentar los problemas detectados con estas tecnologías (como el mareo y similares), centrándose en otros usos saludables o las posibles aplicaciones en entornos educativos.
El casco en cuestión, Oculus Rift, estará a la venta como producto final para consumidores en el primer trimestre de 2016, tras llevar bastante tiempo en manos de desarrolladores y evolucionar en varias versiones prototipo (el último modelo, Crescent Bay, es la base del producto comercial que llegará a las tiendas).