Opinión: Los gráficos más atractivos de la generación de 16 bits

Los gráficos nunca han dejado de ser un tema candente y, en los avances de los grandes lanzamientos, suelen ser el tema de conversación más candente, aunque sea un factor que en realidad tiene muy poca relación con lo bueno que sea el gameplay de un juego. Unos gráficos realmente bonitos son sencillamente muy populares y, obviamente, lo primero en lo que nos fijamos cuando pasamos de una generación de consolas a otra.

Esto hace que sea difícil elegir el juego más bonito del mundo, ya que siempre hay que tener en cuenta cuándo se lanzaron. Por ejemplo, ¿se puede comparar Battletoads para NES con Soul Calibur para Dreamcast o Gears of War para Xbox 360? Por eso voy a intentar elegir los diez mejores juegos de cada generación y comparar solo dentro de esa generación. Me centraré en las consolas (ya que tienen las divisiones generacionales más claras), y tras clasificar primero la llamada generación tres -anteriormente no tiene mucho sentido, ya que los juegos eran muy primitivos-, ahora le toca el turno a la que quizá sea la generación más mítica de todas...

10. Ristar (Mega Drive / 1995)

Pocas generaciones han visto un salto tan increíble entre los primeros juegos y los últimos como la era de los 16 bits. Claro que hubo grandes juegos al principio, pero en muchos casos eran juegos de 8 bits glorificados, mientras que hacia el final tenían un aspecto francamente bestial. Te aseguro que había muchos juegos luchando por este puesto (como Aladdin, Mega Man X, Vectorman y Streets of Rage 2), pero lo mirara como lo mirara, este título, ahora un poco oscuro, iba a entrar. Puede que Ristar no se convirtiera en una mascota consolidada de las plataformas, pero su aventura fue casi improbablemente deliciosa y un testimonio de la magia que la Mega Drive podía ofrecer en las manos adecuadas.

9.The Legend of Zelda: A Link to the Past</strong> (SNES / 1991)

Lanzado en 1991, este es uno de los primeros juegos para Super Nintendo. Pero... por supuesto, no importa cuando todo encaja. La tercera aventura de Link es y sigue siendo una obra maestra absoluta en cuanto a animación, uso inteligente de efectos, gráficos claros y pixel art. Claro que hubo juegos posteriores con mejor aspecto, pero sinceramente, solo hubo ocho, lo que sitúa a este en el número nueve.

8. Final Fantasy VI (SNES / 1994)

Cuando se habla de los juegos visualmente más impresionantes de la era de los 16 bits, siempre aparece Final Fantasy VI, y no es difícil ver por qué. El tercer intento de Square en la serie consiguió llevar la Super Nintendo al límite con sprites detallados, efectos de iluminación dinámicos y secuencias cinematográficas que se mantienen hasta nuestros días. Todos los entornos, desde la sombría ciudad industrial de Narshe hasta el desmesurado mundo posterior a la catástrofe, están vivos y los personajes expresan emociones con pequeños movimientos y miradas, mucho antes de que los polígonos pudieran hacerlo por ellos. Final Fantasy VI es simplemente un ejemplo de cómo el arte y la tecnología pueden encontrarse en un equilibrio perfecto y atemporal.

7. Shinobi III: Return of the Ninja Master (Mega Drive / 1993)

Este también se incluyó en mi lista de ninjas, pero por supuesto también debería figurar aquí. Sega consiguió crear un mundo ninja visualmente impresionante, elegante y absolutamente genial, con mucha vida y movimiento. Sin embargo, son las animaciones las que realmente destacan. Joe Musashi se mueve con una gracia como pocos héroes de juegos del género, en un flujo constante que hace que la aventura parezca moderna incluso hoy en día. Complementado con una paleta de colores que capta perfectamente el equilibrio entre el misticismo japonés y la estética de acción de los 90, no hay duda de que estamos ante uno de los <em>pixel art más magníficos de la historia de los videojuegos.

6. Super Mario World 2: Yoshi's Island (SNES / 1995)

Cuando Nintendo anunció que utilizaría el chip Super FX 2 en Super Mario World 2: Yoshi's Island, muchos esperaban gráficos tridimensionales. Pero a Nintendo le gustaba sorprender incluso entonces, y utilizó la potencia extra para ir en contra de las tendencias de la época. Mientras que la competencia quería ser lo más dura y fría posible, aquí conseguimos un aspecto juguetón y pintado a mano que hacía que todo el juego pareciera un libro de cuentos viviente. Los lápices de colores, las acuarelas y las formas con encanto infantil dieron a Yoshi's Island un estilo único que ningún otro título de Super Nintendo (o Mega Drive) pudo igualar. Yoshi's Island es la prueba de que el estilo gráfico puede ser tan memorable como la destreza técnica. Un juego que no solo tenía un aspecto estupendo en 1995, sino que sigue siendo vibrante, creativo e irresistiblemente encantador.

5. Axelay (SNES / 1992)

Por supuesto que no voy a ignorar Axelay en esta lista. Konami consiguió combinar la acción trepidante de los shoot 'em up con un estilo gráfico totalmente innovador. Lo que realmente llama la atención es cómo el juego ofrece unos entornos tan enormes y variados, con una perspectiva que rara vez llegamos a ver. Si a esto añadimos los jefes gigantes y los increíbles efectos del juego, tenemos un excelente ejemplo de lo bueno que puede llegar a ser cuando la brillantez técnica se une a la ambición estética.

4. Sonic & Knuckles (Mega Drive / 1994)

La idea era que Sonic the Hedgehog 3 fuera un juego enorme, pero eso sencillamente no se podía resolver en aquel momento, así que se dividió en dos juegos. Las mentes alocadas de Sega, como de costumbre, probaron todo lo nuevo, e inventaron la posibilidad de juntar el juego en un cartucho gigante para conseguir un Sonic sin igual. Sega utilizó todo lo que había aprendido y apiló aún más en un juego que quizá sea el segundo más impresionante técnicamente de esta época en cuanto a volumen, variedad, animación y efectos. Brillantez técnica hasta la médula, y un juego terriblemente bueno.

3. Secret of Mana (SNES / 1991)

Se suponía que se iba a lanzar para el complemento de PlayStation en el que Nintendo y Sony estaban trabajando para la Super Nintendo. Pero... se canceló y el juego tuvo que abandonar el formato CD y ser exprimido en un casete. Debería haber sido un proyecto semi-imposible, pero Square lo sacó adelante y ofreció un juego de rol realmente genial con un extra de todo. Gráficamente, puede ser comparable al ya mencionado Final Fantasy VI, pero no podemos ignorar el hecho de que este está basado en la acción y, por tanto, tiene un aspecto completamente diferente, y además puede ser jugado por tres personas. Una auténtica obra maestra.

2. Street Fighter II Turbo (SNES / 1992)

Cuando salió Street Fighter II, Capcom sobrepasó los límites de lo que podíamos esperar de la nueva generación. De repente, parecía que teníamos máquinas recreativas en nuestras televisiones domésticas. Pero fue con la versión Turbo con la que realmente acertaron. Gráficamente, estaba más cuidado, podíamos luchar como los jefes y la velocidad había subido, mientras que las animaciones estaban a un nivel completamente nuevo. No es casualidad que tanto yo como mi compañero Petter Hegevall hayamos tenido a menudo este juego como fondo de pantalla, cada pequeña pantalla es una verdadera obra de arte.

1. Donkey Kong Country 3: Dixie Kong's Double Trouble (SNES / 1996)

Seguro que Donkey Kong Country habría encajado perfectamente en el número uno. Sin embargo, fue con Donkey Kong Country 3: Dixie Kong's Double Trouble cuando Rare llevó de una vez por todas los gráficos de Super Nintendo a niveles completamente nuevos. No se trataba solo de los coloridos fondos y los detallados sprites, sino que toda la construcción del mundo era impresionante. Hemos oído ir y venir muchas palabras de moda en el mundo de los gráficos, pero el Sistema de Gráficos Avanzados de Rare cumplió su promesa con un peso casi tridimensional, así como un trabajo de animación que hay que ver para entender. Eso sin mencionar las delicias visuales de elementos en movimiento como cascadas, troncos de árboles cayendo y efectos de iluminación dinámicos que daban vida a cada pista de una forma que nunca habíamos visto en esta época.