Análisis de Overload

Revival Productions es probablemente el equivalente en el mundo de los videojuegos de The Blues Brothers, especialmente después de que se hayan vuelto a reunir para desarrollar y lanzar al mercado Overload, el sucesor espiritual del atemporal shooter con sistema 6DoF (seis grados de libertad), Descent. Si has crecido con un mando o un ratón en tus manos a mediados de los noventa, es muy probable que te suene este título (o quizá el mítico Forsaken, ya a finales de la década), ya que tuvo mucho éxito tanto en PC como en PS1 hace unos 20 años. Llegaron a publicarse unas cuantas secuelas de la serie, pero lo más importante es que sentó un precedente para los shooters del estilo que estaban por venir. La pregunta es, ¿han conseguido los del estudio antes conocido como Parallax Software desarrollar un proyecto a la altura de Descent, o quizás hubieran hecho mejor dejándolo todo donde estaba?

La primera impresión no es todo lo buena que nos gustaría, ya que todo comienza con una historia que se nos va presentando lentamente a través del texto en pantalla. A continuación la cosa mejora un poco gracias al trabajo de voces (en inglés), que está bastante mejor hecho de lo que esperábamos. El título está ambientado en un futuro lejano en el que la humanidad está dispersa por el sistema solar. Durante la campaña nos veremos en varias instalaciones del espacio profundo luchando contra drones de aspecto siniestro. No pasa mucho tiempo hasta que empiezan a encomendarnos misiones a través de la radio y de la IA, así que nos pasamos todo el rato buscando llaves para abrir puertas y poder pasar a zonas nuevas. Tampoco pasa mucho hasta que perdemos la esperanza de disfrutar de una experiencia narrativa capaz de cautivarnos. También quedó destruida por completo nuestra inmersión en el juego, por una parte porque las misiones eran muy típicas, y por otra porque los escenarios carecían de personalidad. En general, se puede decir que Overload está hecho a la manera clásica.

Sin embargo, después de un par de misiones cambiamos de opinión y nos dimos cuenta de que nos estábamos pasando bastante bien. Es cierto que nos hubiera gustado disfrutar de una historia moderna, con una estructura más dinámica, pero a fin de cuentas no es un aspecto realmente importante. El objetivo de Overload no es el de ofrecer una historia convincente ni momentos trascendentales llenos de dilemas morales, sino el de matar robots en pasillos laberínticos situados en lo más profundo y oscuro del espacio. Y en este aspecto, el de matar robots en el espacio, Overload es muy bueno.

Muy pronto, los enemigos que te encuentras en la penumbra de los túneles espaciales se vuelven muy peligrosos. De repente, las batallas láser de uno contra uno dan lugar a oleadas de robots que salen disparados de los puntos de aparición de enemigos, los cuales se pueden destruir. Tuvimos que salir huyendo de estas bandas de robots armados para intentar escondernos en cualquier lugar del escenario. De hecho, los escenarios son muy importantes en Overload, y el hecho de que los enemigos provengan de cualquier dirección nos obligó a mantenernos alerta en todo momento. Es muy importante ser consciente de todo lo que te rodea, otro motivo más por el que es una pena que estas estaciones espaciales sean funcionales pero no interesantes de explorar.

Otra cosa que nos gustó mucho fue la fluidez con la que nos podíamos mover por los niveles, dando bandazos entre las esquinas y disparando a los enemigos justo cuando nos atacaban, a veces muchos a la vez. La acción puede volverse muy frenética, y puede ser complicado saber dónde está cada objetivo en relación con tu propia posición, siempre cambiante (tampoco ayuda que en algunas de las zonas menos iluminadas sea tan difícil ver a tus enemigos). Si vas cambiando de armas podrás aumentar tus opciones tácticas, ya que la diferencia entre vivir y morir se encuentra muchas veces en el uso inteligente de tus herramientas y en tratar de mantener la energía/salud.

En medio de las misiones puedes encontrar puntos de habilidad que te servirán para mejorar los sistemas de tu nave según vayas avanzando en la campaña. Esta parte del juego nos sorprendió por su profundidad y, si buscas una experiencia más lineal, seguramente te diviertas explorando los escenarios en busca de llaves y recursos, sobre todo si te gusta la exploración tipo vieja escuela en la que tienes que consultar un mapa 3D todo el rato para saber por dónde ir. Además, Revival ha sabido decidir cuándo es el momento de ayudarte y cuándo es mejor que hagas las cosas por ti mismo. Hay momentos en los que la IA te pone a salvo pero, durante la mayor parte del tiempo, Overload quiere que seas tú mismo el que averigüe cómo conseguirlo.

Aunque la campaña podría ser un poco más dinámica, los niveles son bastante sólidos, a pesar de que todo trata sobre combates entre vehículos. Lo más divertido para nosotros fueron los modos por oleadas. En el modo Infinito los enemigos aparecen sin parar y lo importante es la resistencia, mientras que en Cuenta atrás los jugadores tendrán que pensar mucho sus acciones y acabar con los enemigos de la forma más eficiente posible. A diferencia de los mapas de campaña, más elaborados, los campos de batalla de estos modos están diseñados para albergar combates mucho más comprimidos. Nos dimos cuenta de que si nos olvidábamos de la parte de la historia nos era mucho más sencillo relajarnos y disfrutar del juego tal y como es. También nos gustó el hecho de poder cambiar de arma cuando quisiéramos, así que fuimos experimentando con distintas características para intentar escalar en la tabla de clasificación. También hay un multijugador, pero no llegamos a encontrar batallas con suficientes jugadores en ninguna de las dos veces que lo intentamos. Al menos el modo libre, Anarquía, pudimos probarlo con unos cuantos pilotos más, pero hay que decir que a Overload aún le queda para conseguir convertirse en una verdadera experiencia online.

Primero probamos este título en un portátil de gama media y luego en un ordenador con bastante más capacidad. En el caso del portátil tuvimos que bajar la calidad de los gráficos y las texturas, porque los requisitos técnicos de Overload son bastante altos. De hecho, hasta con esa configuración y en los momentos más tranquilos de la partida tuvimos problemas con los frames. Los gráficos, por otra parte, son bastante nítidos y muchos de los efectos visuales son muy llamativos. En general este aspecto nos dejó bastante satisfechos si no tenemos en cuenta que a los escenarios les falta un poco de personalidad. Da la sensación de que la presentación está hecha así a conciencia para mantener la autenticidad, a lo que también contribuyen los ritmos futuristas de la banda sonora, compuestos por colaboradores que ya estuvieron en proyectos anteriores del estudio.

Overload es capaz de conseguir algo muy difícil: tiene el mismo aspecto que el Descent que habita en tus recuerdos. Revival ha hecho un buen trabajo fusionando un diseño clásico con un toque de modernidad muy necesario. Las naves enemigas, por ejemplo, están muy inspiradas en las de antaño, pero la IA se ha modernizado. De forma parecida, los efectos visuales parecen más actualizaciones que rediseños, gracias a lo cual el estudio ha podido plasmar perfectamente la esencia de la serie en la que se inspiran. Aquellos que estén deseando disfrutar de una experiencia basada en los clásicos shooters 6DoF de antaño ya saben qué título elegir. Overload es una reconstrucción muy fiel de un género frecuentemente olvidado que seguro que va a cautivar a los que recuerdan Descent con cariño.

También puedes jugar a Overload en RV mediante un Oculus Rift o unas gafas HTC Vive. Por nuestra parte, la última vez que intentamos jugar a un shooter 6DoF en realidad virtual nos sentó tan mal que tuvimos que quedarnos en posición fetal y lloriqueando durante una hora, así que no lo hemos probado.