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Paper Mario: Sticker Star

Análisis de Paper Mario: Sticker Star

Ya lo echábamos de menos. Desde el excelente capítulo para GameCube, el Mario de papel había estado de vacaciones, volviendo únicamente para un extraño spin-off plataformero en los días de Wii.

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Podría decirse que los juegos RPG ambientados en el Reino Champiñón comenzaron con el controvertido Super Mario RPG, una fórmula única que luego se ramificó en dos series: Paper Mario para consolas de salón y Mario & Luigi para consolas portátiles.

Por estos años de ausencia y su aparición en Nintendo 3DS, Paper Mario: Sticker Star es una entrega especial y que da lugar a muchas interpretaciones.

Como siempre, lo primero que llama la atención es un acabado visual que afecta a todas las acciones del juego. El mundo y sus personajes son de papel y cartones, por lo que no existe (casi) ningún elemento tridimensional. Los escenarios se construyen a base de recortes y papiroflexia, y por ellos desfilan versiones completamente planas de todas las figuras. Una fuente, un goomba, un bloque, un árbol... todo se ha creado con papel y cartón doblado o recortado.

La sensación visual es deliciosa. Los elementos se pueden arrugar, hacer una bola de papel o deshojar. De muchas cosas solo ves el anverso o el reverso, y los efectos gráficos inspirados en el mundo del papel son constantes.

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El nuevo juego de Nintendo 3DS incorpora dos grandes novedades a esta presentación tan característica. La que antes se nota es, lógicamente, el efecto 3D sin gafas de la pantalla superior. La sensación de profundidad es asombrosa, y funciona especialmente bien en unos decorados que se doblan hacia el fondo o cuando los papeles saltan hacia el primer plano, fuera de la pantalla. Incluso en ocasiones resulta útil tener el 3D activado, pues ayuda a detectar secretos y elementos escondidos o a percibir las distancias en este mundo tan plano.

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Paper Mario: Sticker StarPaper Mario: Sticker Star
El mercado de la pegatina. No te preocupes, tendrás dinero de sobra.

Sin embargo, esta gran novedad también supone el primer pero del juego: si quitas el 3D pierdes esta sorprendente sensación visual, pero también se van los molestos dientes de sierra. En este sentido, Paper Mario: Sticker Star se sitúa entre los juegos de primera hornada de Nintendo 3DS y plantea la eterna duda: ¿jugar en 3D o verlo todo más suave y agradable? A poco de cumplir dos años la consola en el mercado, parece un descuido técnico ciertamente criticable; debería mantener la suavidad con el 3D activo. En un juego hecho con recortes, los bordes dentados quedan especialmente mal.

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Una vez decidas cómo te gusta jugar (quizás prefieras ponerlo y quitarlo según la situación), la otra gran novedad son las pegatinas. Las pegatas están en el centro del juego: son el motivo de su sencilla historia y son la representación de todos los poderes y habilidades del bigotes. Con las pegatinas y sus mecánicas de juego se nota dónde se ha invertido más esfuerzo creativo, pues han cuidado hasta el último detalle.

El combate en Sticker Star sucede por turnos. Los movimientos de ataque de Mario pueden ser de salto o de martillo, pero ambos requieren el uso de pegatinas. De ahí que sea esencial ir recogiendo (o comprando) pegatinas constantemente y coleccionándolas en el álbum de la pantalla táctil. A la hora de pelear, la pegatina "salto" (con una bota dibujada) permite caer sobre el enemigo varias veces. Asimismo, usando la pegatina "martillo" Mario propinará un buen martillazo al primer enemigo, repercutiendo en los demás.

Paper Mario: Sticker Star
El efecto 3D del juego es de los mejores que hemos visto, pero los dientes de sierra y la resolución de algunas texturas lo estropean a veces.

Al principio parece un sistema limitado y ‘agobia' que todo movimiento requiera una pegatina. Sin embargo, poco a poco el sistema se revela como la mayor curiosidad del juego, gracias a la interminable colección de tipos de pegatinas y a la gran variedad de movimientos que representan. Hay flores de fuego y hielo, zapatillas que permiten atacar en línea o pisar pinchos, caparazones, bloques, mil martillos, estrellas ninja y hasta sombreros de mariachi para lanzar. Según su potencia hay pegatinas normales, brillantes y radiantes, y pueden ocupar distintos espacios en un álbum que también deberás ir ampliando.

También hay pegatinas para recuperar salud o protegerse, por lo que el orden de las pegatinas en cada turno es esencial para conseguir la victoria, sobre todo contra los jefes finales. Para utilizar varias pegatinas (acciones) en un combate, hay que pasar por un sistema de tragaperras que pronto queda simplón y molesto. Pero tendrás que pasar por él y rascarte el bolsillo.

Todo el placer de usar pegatinas se ve aderezado con las sensaciones que producen. Despegar una pegatina es un gustazo, y el efecto gráfico de las brillantes cuando mueves la consola es... brillante. También hay que ir pegando recortes y pegatinas por el mundo, fuera de los combates, y el gesto es igual de satisfactorio (aunque resulta raro que no hayan usado la pantalla táctil).

Esto nos lleva a las acciones fuera de los combates. Los juegos Paper siempre han hecho bromas y mecánicas que mezclaban las 2D del mundo de papel con las 3D del mundo real o de otros juegos. En este caso, la acción "papelización" permite a Mario capturar cualquier escena en su álbum y colocarle un recorte o pegatina que falte y tenga en la colección. La idea es muy original y suele ser la clave para seguir adelante en muchos niveles. Sin embargo, las soluciones son un poco insulsas en más de una ocasión y parece que el concepto no se aprovecha del todo.

La papelización también sirve para colocar objetos del mundo real en el mundo de papel. Sin duda se trata de la nota más graciosa del juego, cuando puedes utilizar ventiladores o aspiradoras gigantes, una trompeta o quizás un zapato de tacón, para luchar o modificar el escenario. Mario va encontrando estos extrañísimos objetos con volumen durante su aventura, y luego puede convertirlos en pegatinas planas o volver a comprarlos a un contrabandista de rarezas.

Paper Mario: Sticker StarPaper Mario: Sticker Star
El objeto que tienes que usar contra ese jefe está claro por el escenario. La clave es cuándo usarlo.

Y son la nota más graciosa porque el resto del juego es bastante flojo a nivel humorístico. Me reí mucho más con el último Mario & Luigi: Viaje al centro de Bowser o con Super Paper Mario por la cantidad de situaciones ridículas y diálogos desternillantes, algo que se echa en falta en este juego constantemente. Hay momentazos (atención a las chanclas, a la prueba de Olfiti o a cierto efecto mariposa) y el estilo de las bromas es el de siempre (genial localización), pero parece mucho menos inspirado, y no tiene que ver con que la trama argumental sea tan básica.

Que la historia sea tan simple no es ningún problema, sino más bien lo adecuado para jugar en partidas cortas. Otro aspecto que mejora este tema es la división del juego en mundos y niveles con constantes puntos de guardado. Aunque se aleja un poco más de los RPG, permite entender perfectamente cada capítulo y navegar el mapa con más soltura (si bien sigue habiendo paseos bastante pesados).

Eso es otra cosa que podrían echar en falta los fans de los dos primeros Paper Mario: el estilo de RPG accesible. Aquí, aparte de la gestión de pegatinas y el combate por turnos, el toque rolero se queda en los puntos de vida de Mario (ampliables mediante bonus escondidos) y los puzles con pistas en diálogos y carteles, pues se ha perdido gran parte del carácter de antes. Prescindir del ‘levelling' (subir de nivel) es un arma de doble filo: puede ser ideal para no perder tiempo en una partida portátil, pero muchas veces se te quitan las ganas de pelear porque no recibirás experiencia y los combates se pueden hacer muy repetitivos.

Paper Mario: Sticker StarPaper Mario: Sticker Star
Los que quieran completarlo al 100% tienen aquí una mina. Espera a descubrir la pegatipedia...

Volviendo a las monedas, no solo sirven para usar la tragaperras y encadenar varias pegatinas, sino que lógicamente son necesarias para comprar nuevas pegatinas y los mencionados objetos reales. Sin embargo, pese a que las tiradas de combate y los objetos reales pueden salir bastante caros, parece que todo el sistema monetario del juego está bastante desequilibrado. Te puedes ver perfectamente con 2.500 monedas en el bolsillo y sentir la necesidad de invertirlas, pero sin opciones donde hacerlo. Se consiguen monedas por vencer enemigos, acabar niveles de forma solvente o simplemente por el escenario.

Por último, hay que mencionar que a este nuevo Paper Mario le cuesta una barbaridad arrancar. Casi la primera mitad del juego sucede lenta y algo torpe, por lo que en momentos se hace, simple y llanamente, aburrido. Si no le das una oportunidad, cabe la posibilidad de que te pierdas sus mejores momentos y lo abandones.

Paper Mario: Sticker Star
Las puertas escondidas forman parte de la cantidad de secretos del juego. No te desesperes: no sabrás cómo abrirlas hasta que lleves unas cuantas horas.

Aun así, pese a todos estos altibajos, la mano de Intelligent Systems se nota a la larga. Aunque hayas pasado un rato aburrido o una partida insípida, cuando pasan unas horas te acuerdas de que el álbum de pegatinas te está esperando en tu 3DS y te apetece volver a abrirlo. Te apetece seguir la aventura aunque la historia no sea apasionante ni Mario vaya a sentirse poderoso. A lo tonto, Paper Mario: Sticker Star te puede dar más de 25 horas de entretenimiento. Si piensas que es un juego portátil y que no se suman horas por ‘grindar', sin duda este es el gran valor de este lanzamiento: su gran duración y que te pique de forma casi disimulada.

Paper Mario: Sticker Star confirma cierta indecisión en Nintendo respecto a la versión de papel de su estrella. Se advierte que pretenden ofrecerlo a otros tipos de jugadores, quizás los que solo conocen la faceta saltarina del fontanero. En este proceso, vacilan con las señas de identidad de la serie, perdiendo humor y género por el camino. InSys no baja tanto el nivel como en Super Paper Mario y recupera el mejor mundo de papel, pero no alcanza las cotas de las primeras entregas, esas que buscarán los fans de siempre. Esto no quiere decir que no se lo recomendemos: seguro que esos fans lo acabarán y completarán, mientras que el juego se abre para los que quieran entrar en la serie con una aventura calmada y accesible. Aunque haya quedado un poco plano, Mario sale airoso de este papelón navideño y consigue pegarse a tu 3DS durante un montón de horas.

07 Gamereactor España
7 / 10
+
Vuelve el mejor mundo de papel, la sensación de las pegatinas es genial. Algunos recursos originales. Gran composición musical. Estupenda duración, buen planteamiento por mundos separados. Sensacional efecto 3D...
-
...que por desgracia provoca desagradables dientes de sierra. Pierde humor y carácter de RPG. Algunas soluciones vagas. Tarda mucho en coger ritmo y llamar la atención.
overall score
Media Gamereactor. ¿Qué nota le pones tú? La nota de la network es la media de las reviews de varios países

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