El partido de fútbol de Francia contra Israel en el Estadio de Francia de París irá acompañado de una enorme movilización policial, la mayor desde los Juegos Olímpicos de agosto. El partido comenzará a las 20:45 CET de esta noche, jueves 14 de noviembre.
El mero hecho de que el partido no se haya cancelado o trasladado a otra ciudad (como Bruselas, que se negó a albergar su partido y fue trasladado a Hungría) o la presencia del presidente de Francia, Emmanuel Macron, y del primer ministro, Michel Barnier, que dan al partido una dimensión casi diplomática, ha desatado mucha polémica y protestas.
La semana pasada, el partido de la Europa League entre el Ajax de Ámsterdam y el Maccabi de Tel Aviv provocó disturbios y una batalla callejera entre aficionados israelíes (a muchos de los cuales se les vio entonar cánticos antipalestinos y romper banderas palestinas) y aficionados palestinos. La presencia de Macron y Barnier hoy es un acto de solidaridad con las comunidades judías de Europa tras los incidentes de Ámsterdam.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aconsejó a los aficionados israelíes que no viajaran a París para el partido de hoy. Todavía se espera la asistencia de al menos un centenar de israelíes hoy, que estarán vigilados por 4.000 agentes de policía, distribuidos entre el estadio, los suburbios cercanos y el transporte público.
Para los seguidores de Francia que acudan hoy, estará prohibido llevar banderas palestinas. Sólo se permitirán banderas de Francia o de Israel.
Ayer, 13 de noviembre, tuvo lugar una manifestación propalestina para protestar contra el partido, así como una gala organizada por la organización "Israel es para Siempre", destinada a recaudar fondos para Israel. Hoy se celebrará otra protesta frente al estadio, que se espera que sólo acoja a 25.000 personas, de las 80.000 que tiene de aforo.