Estoy tan acostumbrado a que los juegos sean monstruosidades inabarcables que requieren decenas de horas de tu tiempo que cualquier cosa que pueda completarse de una sentada suele chocarme. Esta es precisamente la sensación que he tenido con Pepper Grinder del desarrollador Ahr Ech, ya que este plataformas 2D repleto de acción no es definitivamente un juego que te mantenga ocupado durante mucho tiempo, lo cual no es malo.
Antes de entrar en los detalles más específicos, permitidme señalar que Pepper Grinder es "barato" para ser un juego nuevo. Es una ópera prima indie que sabe lo que dura, y por eso sólo te costará unos 14 euros. Es precisamente este precio tan bajo lo que me hace desviar la atención del tamaño de este juego, porque si eres un auténtico completista que quiere marcar todas las casillas posibles, probablemente podrás eliminar Pepper Grinder de tu lista en unas cinco o seis horas. Claro que hay otros juegos "baratos" que ofrecen muchas más horas de juego, pero creo que este precio funciona, ya que si fuera más bajo el juego parecería una ganga, y seamos francos, no es lo que busca un desarrollador en un lanzamiento. Pero basta de hablar de tamaño y precio.
Pepper Grinder es un juego de plataformas bastante tradicional que añade un poco de picante en forma de mecánica de perforación que permite al protagonista (Pepper) "nadar por la tierra". En cierto modo, se parece a lo que hacían Mario Taladro o el Trompotaladro en los juegos del fontanero. Es una mecánica que no es fácil de dominar, pero que aporta mucha profundidad extra, a la vez que resulta sencilla de entender. Este juego no es complicado, no trata de ponerte a prueba con sistemas de juego extraños e inusuales, todo es muy sencillo, pero es de ritmo rápido, lo que significa que necesitarás reflejos rápidos para superar los niveles sin tener que reaparecer.
Además, esos niveles están bien diseñados en su mayor parte, con muchos elementos y fases que pondrán a prueba tu paciencia, así como algunos secretos y rincones mal escondidos que encontrar por el camino. No se trata de un juego de plataformas de Mario con secretos a cada paso, muchos de los cuales tendrás que ingeniártelas para descubrirlos, sino que las zonas ocultas suelen ser claras y fáciles de ver, por lo que las medallas coleccionables (como las Semillas Maravilla de Super Mario Bros. Wonder) también son fáciles de localizar. Esto no significa necesariamente que sean fáciles de recoger, ya que muchas se encuentran detrás de desafiantes secciones de plataformas que pondrán a prueba tus habilidades de perforación. Creo que Pepper Grinder podría haber arriesgado más en el diseño de los niveles para empujar al jugador fuera de los caminos conocidos y explorar de forma intuitiva, pero entiendo que está un poco en el filo de la navaja en cuanto a dificultad y diversión accesible.
A las fichas coleccionables hay que añadir un montón de gemas que pueden adquirirse a lo largo del nivel y que luego pueden usarse como moneda para comprar pegatinas e incluso salud temporal en los centros comerciales que hay a lo largo del juego, además de poder gastar las fichas adquiridas en cosméticos e incluso llaves para desbloquear niveles ocultos.
Retomando mi comentario anterior sobre la duración, Pepper Grinder sólo consta de cuatro mundos, cada uno de los cuales incluye unos cinco niveles. Los niveles son únicos e imponen desafíos únicos, y cada mundo incluye incluso un nivel de jefe, en el que tienes que reducir la barra de salud de un enemigo mientras evitas sus cadenas de ataques especiales. Son divertidos, pero nunca muy exigentes, y normalmente se superan en un par de minutos. El combate no es realmente un punto de interés en este juego, ya que la mayor parte del tiempo estarás usando tu movimiento de perforación para herir a los enemigos o evitarlos, y cada vez que se requiere el combate puede parecer un poco torpe con enemigos con estilos de ataque difíciles de juzgar y una complejidad muy limitada en este frente. Los momentos en los que se incorporan sistemas especiales, como una minigun o un traje mecha, funcionan de maravilla para romper con la rutina, pero también distraen al juego de lo que mejor se le da: las desafiantes plataformas a lo Super Meat Boy.
Pepper Grinder es un juego de plataformas tradicional en muchos sentidos. A medida que avanzas, hay varios elementos que te resultan familiares y, aunque eso no es necesariamente malo, el juego probablemente no gane ningún premio por su originalidad más allá de su mecánica de perforación. De igual modo, Pepper Grinder no va a ganar absolutamente ningún galardón por su narrativa y elementos de la historia, ya que este título básicamente no tiene ninguno de importancia. La idea es que Pepper llega a una tierra lejana tras un naufragio y poco después unas feas criaturas le roban el botín de su cofre, lo que la lleva a una misión de venganza para recuperar lo que era suyo. Eso es todo, y se comunica en el primer par de minutos de partida. Después, básicamente no hay ningún desarrollo argumental significativo y convincente, lo que significa que Pepper Grinder no introduce ni explica quién es el otro personaje que maneja el taladro ni quién es el gran jefe final del juego y por qué debemos temerle y derrotarle.
Conforme salta a la vista, el estilo artístico ofrece un conjunto vibrante y bello de biomas pixelados, y el hecho de que haya misiones contrarreloj también significa que tienes algo para volver y completar, pero no puedo evitar sentir que este juego se podría haber beneficiado de un par de mundos adicionales que recorrer y un poco de énfasis en la narración para ayudar al jugador a conectarse más y sumergirse en el mundo que el desarrollador ha creado con tanto cariño.
Por estas razones, Pepper Grinder me ha dejado un poco indiferente, como si le faltara, ya sabéis, un poco de pimienta. No creo que la duración sea su mayor problema, pero sin duda es algo que llama la atención cuando el juego carece de narrativa, de construcción del mundo y de un diseño de niveles complejo que invite al jugador a explorar. Es una pena que Pepper Grinder no termine de cuajar, porque tiene elementos brillantes: las plataformas, los combates contra jefes, la dirección artística y el mundo que ha creado Ahr Ech son fantásticos, pero le falta algo más para pasar de ser bueno a ser genial.