Análisis de PewDiePie: Legend of the Brofist

La exitosa estrella de YouTube Felix Kjellberg, más conocido como PewDiePie, puede que no guste a todos. Es decir, hemos visto algunos de sus vídeos y entendemos por qué es tan popular, pero su humor no cala en todos por igual. Por ejemplo, para algunos su comedia son tan solo gritos y ruidos muy altos; por eso, cuando nos enteramos de que la sensación de los Youtubers sacaría su propio juego para iOS y que se llamaría PewDiePie: Legend of the Brofist, tuvimos sentimientos encontrados.

La trama es muy sencilla: PewDiePie está en casa haciendo uno de sus "histéricos" 'vlogs' y lo sube a Youtube. Después de un rato, revisa las visualizaciones que ha tenido y se horroriza al ver que tiene cero. La razón es que todos sus fans han sido secuestrados por barriles malvados (sí, así es) que pretenden conseguir el poder legendario del "Brofist" que PewDiePie tiene. Así, nuestro héroe se embarca en una aventura que llega hasta el Polo Norte, pasando por África y por la Luna, y todo para salvar a sus fans.

En fin, la historia no es lo más divertido del mundo. A ver, sí, es entretenido ver que Felix y otras personalidades de Youtube, como CinnamonToastKen, Marzia y Markiplier contribuyen con sus propias voces, pero el humor que tiene se nota extremadamente forzado. Se basa principalmente en chácharas absurdas que no llevan a ninguna parte, en encuentros estúpidos con cosas como una jirafa francotirador llamada Falcon Lover y varias voces "graciosas" para unos personajes secundarios bastante raros. A nosotros sencillamente no nos convence y acaba siendo molesto y dejando de ser entretenido. No obstante, una vez que los personajes se callan y la testosterona deja de fluir, lo cierto es que hay un juego muy divertido escondido debajo de toda esa apariencia.

PewDiePie: Legend of the Brofist es un título de plataformas de la vieja escuela con un diseño 8-bit sencillamente impresionante. La música nos da una nostalgia tremenda y hay guiños a viejos clásicos como Mega Man, Zelda, Super Mario y Metroid (algo que, sin duda alguna, nos hace sonreír). Por otra parte, también tiene mucha variedad entre los distintos niveles, tanto en términos de diseño como de gameplay. Por ejemplo, en un nivel hay que sobrevivir a los ataques enemigos mientras el usuario espera por un metro; en otro hay que saltar mientras un montón de rinocerontes cargan en un trasfondo de la sabana africana, y en un tercer nivel, el usuario estará en un avión disparándole a pájaros al estilo Gradius. No obstante, la mayor parte de los niveles están diseñados con la clásica estructura de progreso de izquierda a derecha, combinándolo con el esfuerzo de mantenerse con vida.

Los dos carlinos de PewdiePie acompañan al jugador en su aventura y actúan como vidas extra si se acaban los corazones y si el prota cae en unas de esas púas horribles. Además, como jugador, tendrás acceso a algunas habilidades especiales (como detener el tiempo o ganar corazones extra), pero solo podrás tener dos habilidades activas en cada nivel. Por otro lado, estas habilidades especiales, al igual que los nuevos personajes como los ya mencionados Marzia y Markiplier, podrán ser desbloqueadas por el camino por un módico precio de monedas. Pero, ojo, que no son microtransacciones, estas monedas (llamadas 'Brocoins') se recolectan en cada nivel y resulta refrescante que, en la moda que hay ahora de que todos los títulos de móvil tengan compras 'in-app', por lo menos haya uno que se mantenga libre.

Sin embargo, si hay algo que en nuestra opinión empeora la experiencia son los controles. Es cierto que son simples y accesibles, pero si alguna vez has intentado realizar saltos de precisión en otros títulos iOS, ya sabrás de qué estamos hablando. Sencillamente, los controles no son lo suficientemente precisos y, a menudo, nos hemos encontrado aterrizando en esos pinchos puntiagudos o cayendo en un pozo sin fondo, porque una de nuestras palancas se volvió loca y nos mandó cuarenta metros a la derecha. Molesto es decir poco. Por otro lado, la cruceta virtual no es estática, sino que flota por la pantalla, algo que, en su mayor parte, funcionó bien, porque se puede mover el pulgar para no perder visión.

En líneas generales, PewDiePie: Legend of the Brofist es claramente un título de plataformas muy competente. Incluso si el juego es un poco corto, nunca llegó a aburrirnos o a repetirse y, de hecho, todos los niveles tienen su propio encanto y estilo, las misiones son divertidas y hay variedad en los enemigos. Sin embargo, ese humor tan cansino que plaga el juego del primer al último píxel y esos controles no demasiado fiables se empeñaron en fastidiar nuestra experiencia.

Sin esos errores, PewDiePie: Legend of the Brofist podría haber sido un fabuloso título de iOS merecedor de una nota más alta. Por desgracia, ahora tendrá que conformarse con ser una leyenda decentilla.