Som un clam, un grupo opositor a Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, ha emitido un comunicado en el que pide la dimisión del directivo, por haber causado un "daño irreparable a la reputación de la entidad", refiriéndose al asunto de las inscripciones fallidas de Dani Olmo y Pau Víctor, dos jugadores que, por incumplir el Barça las normas del "fair play financiero", no pueden jugar e incluso han sido borrados de la web de LaLiga.
El colectivo lamenta que "lo vivido en las últimas horas de 2024 demuestra que el círculo vicioso en el que ha entrado el equipo de gobierno del club ha estallado por completo", y culpa a una "gestión amateur y errática".
Aunque finalmente consigan (con la ayuda de un milagro) inscribir legalmente a Olmo y Víctor con la aprobación de LaLiga y la Federación Española de Fútbol, la situación "es inaceptable" y se ha visto "agravada por las continuas mentiras y el engaño a los socios con falsas promesas que nunca se cumplen".
"En sólo cuatro años, el patrimonio del FC Barcelona se ha descapitalizado con diversas "palancas", vendiendo activos estratégicos para el futuro para tapar agujeros derivados de una gestión caótica e improvisada. A pesar de las promesas de recuperación, el club sigue sin tener un plan financiero sólido ni una estrategia coherente que garantice la estabilidad a medio y largo plazo".
El grupo también critica cómo "se introducen intermediarios con comisiones millonarias", como Spotify o Nike. Recientemente, Laporta dijo que su acuerdo con Nike era "el mejor de la historia del deporte", pero ha sido inssuficiente para solucionar este lío.
Som un clam está liderada por Joan Camprubí, nieto de un presidente del FC Barcelona durante los años 60 y 70, y pretende derribar a Laporta. Sin embargo, aspiraciones políticas aparte, es difícil negar el bochorno público que supuso este enrevesado asunto, con el club caminando sobre hielo fino desde el principio de la temporada: compraron a Dani Olmo al Leipzig por 55 millones de euros, pero se perdió los dos primeros partidos del equipo en agosto porque no estaba inscrito oficialmente... y sólo pudieron ficharlo desviando el salario de los jugadores lesionados al suyo.
Ahora mismo, lo único a su favor es que Olmo, al parecer, está dispuesto a esperar, ya que su deseo es seguir en el Barça. Som un clam ha mostrado su solidaridad con los jugadores implicados. "Necesitamos su talento y compromiso para afrontar con estabilidad los retos deportivos del primer equipo".