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Pokémon: Let's Go Pikachu!/Let's Go Eevee!

Análisis de Pokémon: Let's Go Pikachu! y Let's Go Eevee!

Por más que pasen los años, nunca es tarde para volver a enamorarse de Kanto.

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Crecido en una generación que comenzaba a asombrarse con Godzilla o que alucinaba con Ultraman, Satoshi Tajiri era un niño muy particular. Su mayor hobby era coleccionar insectos, estudiar su comportamiento, ver cómo se relacionaban entre ellos y encontrar nuevas formas de encontrar más especies en una Machida que poco a poco se iba urbanizando. La hierba y los árboles se fueron cambiando por cemento y edificios, pero esa fascinación por descubrir nuevas criaturas es algo que jamás abandonó a este niño.

Tanto le siguió, que no tardó en mezclar este amor por los bichos con su otra gran pasión: los videojuegos. Tajiri fue y es ni más ni menos que el padre de los Capsule Monsters, la idea que con el tiempo pasaría a llamarse Pocket Monsters y que, por comodidad, acabaría siendo conocida a nivel mundial como Pokémon.

Hablamos de orígenes porque ahora, más de 20 años después del lanzamiento de Pokémon Rojo y Azul, Game Freak y la Pokémon Company están a punto de traer Pokémon Let's Go, Pikachu! y Let's Go, Eevee! a Nintendo Switch. La híbrida, que nació con el fin de reunir todo el ADN que tanto caracteriza a esta compañía que nunca pierde la inocencia y el afán interactivo de una juguetera, va a acoger un título que recupera ese sentimiento inocente que motivaba al pequeño Tajiri cuando recorría la zona rural de su región buscando nuevos "monstruos" y va a usarlo para cruzar generaciones de jugadores.

Pokémon: Let's Go Pikachu!/Let's Go Eevee!
Saber más: diferencias entre Pokémon Let's Go Pikachu y Let's Go Eevee.
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Pokémon Let's Go no presenta una nueva generación, hace todo lo contrario. El primer juego rolero de la franquicia que se estrena en una sobremesa (aunque con trampa, por su naturaleza) rinde homenaje a aquel que comenzó el fenómeno de masas que hoy tiene a todo el mundo mirando sus móviles cuando sale a la calle o se cuela en Los Simpson. Es una vuelta al comienzo, pero con la perspectiva que han dado estas más de dos décadas. Es un retorno al lugar donde los más veteranos comenzamos, a Kanto.

Nintendo y The Pokémon Company lo presentan como un remake de la Edición Amarilla que llegó para acompañar al boom del anime, y razón no les falta. Por el concepto, por personajes y por la constante compañía de una criatura que nunca quiere estar en su Poké Ball (Pikachu o Eevee, en función de la versión escogida), se asemeja más a este que a los primerísimos de la franquicia (Rojo y Azul/Verde). Pero las similitudes se acaban ahí porque, si tiene muchísimo en común con aquel lanzamiento de Game Boy, también trae muchas reglas completamente nuevas.

Hay cambios que son naturales, como la inclusión de tipos inexistentes en la época (Hada, Acero, Siniestro), movimientos nuevos e incluso aquellas Formas Alola que llamaban a la nostalgia en las ediciones Sol y Luna; sin embargo, son lo de menos en comparación con otros que han llegado causando un potente temblor desde que se anunciaron por primera vez.

Pokémon: Let's Go Pikachu!/Let's Go Eevee!
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Pokémon: Let's Go y la evolución necesaria de encuentros aleatorios y capturas

Vamos a comenzar hablando del punto más controvertido de todo lo que envuelve a Let's Go. El método de captura se ha deconstruido por completo para ser prácticamente idéntico al de Pokémon GO, el abrumador juego para móviles. Erradicar por completo los combates con Pokémon salvajes y reducirlos a una secuencia de escoger objeto/lanzar Poké Balls es algo totalmente en contra de aquello que caracteriza a la saga, o al menos esa era la idea que teníamos.

En una de tantas entrevistas, Junichi Masuda, director de esta entrega, comparaba el sistema antiguo como ir a pescar. Pelear con un enemigo, debilitarlo y, finalmente, lanzar la bola para capturarlo tenía cierto parecido con ese lance y forcejeo entre pescador y pez. La idea ahora, según el creativo, es plantear un sistema más parecido al de capturar insectos con una red.

Es curioso que algo que se enfrenta al paradigma de los juegos principales de esta saga sea, precisamente, lo que supuso el detonante para que su creador le diera forma. No pensábamos que fuera a funcionar demasiado bien, pero cuando te familiarizas con el concepto, no echas en falta la mecánica tradicional. De hecho, el dinamismo y la rapidez que se consiguen con este nuevo sistema es algo que evita esos momentos tan pesados que muchos recordarán de los juegos clásicos.

"El dinamismo y la rapidez que se consiguen con este nuevo sistema es algo que evita esos momentos tan pesados".

Los Pokémon no permanecen estáticos frente a ti cuando tienen lugar los encuentros, pueden moverse hacia los lados, saltar o incluso atacar para repeler las Poké Balls. En Modo Portátil, por cierto, hemos visto que tienden más a "salirse" de la cámara, obligando a usar el giroscopio para centrarlos y lanzar con el botón A. En Modo TV/sobremesa siguen teniendo mucho movimiento, pero al tener que realizar el gesto de tirar la bola, mantienen una dificultad distinta al otro modo, a la que se añade el acertar en ese círculo con otro concéntrico que se reduce para aumentar las probabilidades de captura. En resumidas cuentas, es una versión evolucionada de lo que hay en Pokémon GO, y queremos que se quede de cara a futuros juegos principales, aunque sin dejar atrás las batallas.

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Saber más: Alola o nunca: Pokémon Let's Go no es un Kanto de sirena.

Gran parte del buen funcionamiento de este método es que, además de sentirse natural y de por fin dejar en manos del jugador la responsabilidad de lanzar unas bolas que antes siempre (o casi) daban en el blanco, surge en unos encuentros que ya no son aleatorios. Creednos cuando os decimos que la mezcla entre este concepto y la presencia de Pokémon salvajes que se mueven libremente por el escenario es genial, algo fresco y necesario. Se acabó la tortura del Túnel Roca o de la Calle Victoria, se acabó el dejarse los ahorros en Repelentes. Eliges a por qué quieres ir o no en todo momento.

De hecho, para incentivar el atrapar criaturas, Game Freak ha añadido algo bastante interesante: las Cadenas de Captura. Atrapando varias veces seguidas al mismo Pokémon, consigues que aparezca en mayor cantidad y con mejores características (esos IVs tan importantes para el competitivo), pero también aumentas la probabilidad de que aparezcan las codiciadas formas Variocolor. Es una buena forma de suplir una crianza inexistente aquí por no haber huevos, como también para empezar a meter el pie en la faceta más competitiva.

Todo esto demuestra que el cambio no está solo pensado para plantear un sistema más cercano para los jugadores que ha descubierto a los Pocket Monsters gracias a su smartphone, sino también que es posible cambiar las reglas sin perder diversión y añadiendo una nueva capa de profundidad. Puede que los combates contra criaturas salvajes fueran una de las vacas sagradas de Pokémon, pero este cambio nos ha sorprendido gratamente por lo natural que se siente y por cómo consigue un ritmo de juego mucho más rápido.

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Combates y nivel de dificultad

Quizá los más aferrados a lo clásico consideren que esta brutal alteración no es lo más adecuado, aunque los combates siguen estando porque Pokémon, sin batallas, no es Pokémon. Pueden librarse contra algunas criaturas especiales, pero sobre todo con los Entrenadores que pueblan todo Kanto. Aquí vuelve a aparecer ese sistema de tipos, de movimientos por aprender con niveles o con MT, de estadísticas y de estrategias; aunque el nivel de dificultad se nota bastante rebajado en general.

Los 8 Gimnasios con sus respectivas medallas también se han conservado y, aunque hay importantes cambios en algunos, los líderes son los mismos de siempre. Pero no los hemos encontrado tan desafiantes y exigentes como hace años. Puede ser la experiencia acumulada en este tiempo, puede ser que los iniciales (Eevee o Pikachu) sean auténticas máquinas de matar por los movimientos que aprenden, que se haya buscado algo más relajado para el público más novato (con un rival excesivamente edulcorado) o que la balanza se haya desequilibrado por completo al hacer que los puntos de experiencia también se obtengan atrapando monstruos.

Ahí hemos detectado uno de los problemas de este nuevo planteamiento. Si te centras demasiado en capturar, el nivel de tus criaturas puede subir mucho y hacer que el desafío sea prácticamente nulo por parte de tus enemigos. Aunque, visto con perspectiva, suena igual que el tradicional "grindeo" en los RPG, solo que las luchas para subir de nivel no son tales.

Los cambios realizados en las mecánicas refuerzan el hecho de que esta entrega está pensada para acoger a dos tipos de público diferentes, ofreciendo perspectivas pensadas para cada uno. La simplicidad que vemos en aspectos como la erradicación de los PC donde gestionar todos los Pokémon (ahora llevas todo lo que captures en tu bolsa, en un compartimento adicional al de objetos), en las capturas y en la desaparición de las habilidades y los objetos equipados dejan constancia de que se ha buscado algo accesible; pero la presencia de naturalezas y los desafíos adicionales que esperan tras superar la liga, ojo a las sorpresas, consiguen el reto que buscan los más experimentados.

Pokémon: Let's Go Pikachu!/Let's Go Eevee!

A pesar de todo esto, su núcleo duro es ese mismo que nos planta un esquema tan tradicional como el de superar 8 gimnasios y superar la Liga Pokémon, aunque esta vez los gimnasios impone desafíos extra para entrar. La esencia principal sigue siendo puramente Pokémon, y es esa la que consigue conectar con el que ha usado ya tantos Placajes en estos años, porque es innegable que el factor nostálgico juega aquí un papel crucial para el jugador veterano.

"La estructura de cada localización es casi idéntica, con la diferencia de que ahora hay criaturas vagando por ahí y que todo ha sufrido un notable y necesario salto a nivel visual".

Es volver a la Kanto de los 8 bits, la estructura de cada localización es casi idéntica, con la diferencia de que ahora hay criaturas vagando por ahí y que todo ha sufrido un notable y necesario salto a nivel visual. Puede que el estilo escogido no sea adecuado para presumir de lo que puede hacer Switch, pero su planteamiento está perfectamente escogido para que todo sea reconocible al momento. El puente pepita, la ruta de bicicletas, el Monte Moon, el Bosque Verde. Todos están aquí, tal y como los recordábamos, y para colmo acompañados de una banda sonora que conserva melodías y mantiene el espíritu, las que te atraviesan el corazón si perdiste la cuenta de las pilas gastadas con tu Game Boy "tocha".

Lo mismo ocurre con los personajes, aunque aquí hemos de decir que hay algunas sorpresas que pegan otra vez en la nostalgia, incluso alguna broma sobre preguntas que todos hemos tenido alguna vez con estos juegos. Como decíamos, es un remake, pero consciente del tiempo pasado no solo a nivel visual y de mecánicas, sino también a nivel argumental, aunque esto último lo demuestre con pequeñas pinceladas.

Pokémon: Let's Go Pikachu!/Let's Go Eevee!

Novedad es, también, todo lo relacionado con nuestros compañeros. Las MO se han eliminado para cambiarse por unas TS (Técnicas Secretas) que enseñar a nuestro Pikachu/Eevee compañero y que no ocupan ninguna ranura de movimiento y, también, se ha implementado ese sistema de afinidad de Sol y Luna por el que los Pokémon pueden evitar estados o esquivar ataques si se ha fortalecido el lazo con ellos.

Para conseguir esto último lo tenemos muy fácil con nuestro compañero inicial, ya que podemos interactuar con él directamente a través de la pantalla táctil o con el Joy-Con/Poké Ball Plus, además de cambiar su aspecto y atuendo con elementos que se van adquiriendo durante la partida. Puede parecer un detalle apenas útil, pero el grado de reacciones y la expresividad de Pikachu y de Eevee son muy buenos, lo suficientes para que los más peques se entretengan y se rían con ellos (y los no tan peques).

Y, mientras esa novedad va más orientada a los pequeños, las monturas miran directamente a los que recorrimos Kanto en su momento. Hay un amplio rango de Pokémon sobre los que puedes montarte para ir por tierra, mar y aire, y varios de ellos son toda una sorpresa porque jamás imaginaríamos que pudiéramos montarnos sobre ellos. Algunos sirven para ir más o menos rápido; pero otros, como los voladores, añaden el juego con la altura para encontrar a más especies todavía.

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Las modificaciones que se han hecho a la fórmula del juego cambian unas capas por otras con un objetivo claro, que no es más que hacer de nexo entre GO y lo que esté por llegar. Lo mejor es que el resultado es algo que encaja con los dos públicos, aunque los más "hardcore" van a toparse con una experiencia algo más simple que lo visto en recientes generaciones, una que en cierto modo se asemeja más a la que ofrecían los primeros juegos de la franquicia por su simplicidad.

Clara prueba de este "puente" entre experiencias y jugadores viene también con el GO Park, un lugar donde llevar a los monstruos capturados en Pokémon GO para jugar con ellos o llevarlos a tu equipo, del mismo modo que la presencia de Meltan, que hace un recorrido a la inversa (de Switch al móvil). Aunque, desafortunadamente, no hemos podido probar nada de esto dado que los servicios no han estado disponibles mientras realizábamos el análisis.

Volviendo a la unión de dos tipos diferentes de jugador, estamos seguros de que el cooperativo que se ha incluido es precisamente para conectarlos directamente. Pokémon Let's Go es un juego para compartir y, aunque esto puede seguir haciéndose a través de la conexión online o local para combatir o intercambiar a la vieja usanza (fundamental para completar la PokéDex por la criaturas exclusivas en cada edición, con posibilidad de recurrir a internet), ahora también puede hacerse con dos mandos en una misma consola.

"Este otro entrenador apenas aporta profundidad, ya que su rol es el de hacer de apoyo, compartiendo equipo con el principal y haciendo excesivamente fáciles los combates contra entrenadores".

Añadir a otro personaje a la partida es tan simple como agitar un Joy-Con o una Poké Ball Plus (hablamos de ella con todo detalle aquí, aunque adelantamos que nos parece esencial para el juego) y esperar a que caiga del cielo en el sentido más literal de la palabra. Desafortunadamente, este otro entrenador apenas aporta profundidad, ya que su rol es el de hacer de apoyo, compartiendo equipo con el principal y haciendo excesivamente fáciles los combates contra entrenadores; pero que cobra mucha utilidad para compartir experiencia con alguien de corta edad o incluso a la hora de plantar cara a los Legendarios. Siguen siendo muy duros de pelar.

Pokémon: Let's Go Pikachu!/Let's Go Eevee!

Pokémon Let's Go produce un cruce de sensaciones totalmente buscado por sus responsables. Resulta familiar y, a la vez, extraño. Es más simple que los juegos principales, pero también incorpora mecánicas que consideramos necesarias para dar un salto evolutivo a nivel de jugabilidad. Mantener los combates, añadiendo todo el nuevo sistema de captura se nos antoja muy interesante de cara al futuro. De hecho, y a pesar de que la nostalgia nos ha llevado de la mano en todo este recorrido por nuestra añorada Kanto, creemos que hace mucho más por lo que está por llegar que por lo que ha llegado hasta ahora.

Sea con Pikachu o con Eevee, este viaje al pasado es genial como experiencia Pokémon, genial como transición para los neófitos y genial como juego. Esperamos que el sello Let's Go haya llegado para quedarse, porque ha lanzado una bocanada de aire fresco sobre algo que parecía inamovible, y ha conseguido que, a pesar del cambio, todo funcione.

Pokémon: Let's Go Pikachu!/Let's Go Eevee!
09 Gamereactor España
9 / 10
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El sistema de captura es rápido, divertido y adictivo; el evidente salto gráfico le sienta genial; recorrer Kanto sobre un Charizard o un Arcanine viendo a los Pokémon corriendo o volando, por fin.
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La dificultad es bastante escasa en general, salvo por los retos opcionales; hacerse al lanzamiento con la Poké Ball Plus puede ser difícil al principio; queremos ver algo más ambicioso a nivel visual.
overall score
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